Ciudad de México /
Poniatowska es una escritora incansable. Su refugio es una casa en el barrio de Chimalistac, uno de los escenarios de Santa, la novela de Federico Gamboa; ese hogar es el surtidor de mil y un historias que han salido de la pluma de Poniatowska, como una moderna Sherezada que cuenta un cuento tras otro no para salvarse ella misma (o también, aunque no sea ese su fin último) sino para salvar a los demás.