Política

Prevén para el 2027 operación de proyecto ambiental en Tula

Socializan Hidalgo y Federación Parque Ecológico y de Economía Circular en Tula; prevén que el ejercicio se realice el próximo 14 de diciembre y se espera una operación parcial en dos años

El estado de Hidalgo avanza en la construcción de una política ambiental sin precedentes en su historia reciente. A más de dos décadas de haberse convertido en un receptor crónico de residuos de la Zona Metropolitana del Valle de México y de municipios locales, el gobierno estatal convocó formalmente a una consulta ciudadana para definir el futuro del Parque de Economía Circular, un proyecto que aspira a cerrar más de 450 tiraderos a cielo abierto y reemplazarlos con infraestructura de procesamiento, reutilización y generación de energía limpia.

La consulta se realizará el 14 de diciembre de 2025, en el municipio de Tula, y forma parte del procedimiento de evaluación de impacto ambiental ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). El evento está abierto a habitantes de los 14 municipios que forman parte del área de influencia directa, entre ellos Tlaxcoapan, Ajacuba, Atitalaquia, Tetepango y Tula de Allende.

En conferencia de prensa el subsecretario de Medio Ambiente Jose Luis Samaniego dio a conocer que el parque ocupará 683 hectáreas de terreno federal ubicado al sur de Tula, contiguo a la planta de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de la misma paraestatal, y a instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex). El predio también alberga vestigios arqueológicos, lo que ha generado interés entre instituciones como el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) y especialistas en patrimonio cultural.

“El proyecto no es un relleno sanitario, ni un basurero, ni un parque industrial tradicional", aseguró y agregó que tampoco recibirá residuos de otros estados ni funcionará como incineradora. “No generará desperdicios ni malos olores”, insistió.

En cambio, el parque se dividirá en dos grandes zonas: una de 50 hectáreas destinada a actividades productivas de economía circular, donde se instalarán plantas de separación, reciclaje de plásticos, llantas y cascajo, compactación de cartón y papel, y biodigestores, y otra de 50 hectáreas para uso ecológico y recreativo, con áreas verdes, cuerpos de agua, senderos y espacios comunitarios. De las 683 hectáreas totales, hasta 250 podrían destinarse al reuso de residuos, y hasta 150 a la zona ecológica pública.

“La primera fase del proyecto, programada entre seis meses y un año, contempla 20 hectáreas para el Parque de Reciclaje y 40 para el Parque Ecológico. Las instalaciones incluirán centros de investigación, laboratorios de monitoreo ambiental y plantas de tratamiento de agua para reusar los volúmenes requeridos por las empresas que se instalen” agregó el funcionario federal.

El impulso a este parque forma parte de una propuesta más amplia denominada “Justicia Ambiental y Social para el Estado de Hidalgo”, que integra siete ejes estratégicos. El primero es la descontaminación del río Tula y del río Salado, mediante la instalación de colectores y estaciones de bombeo que conecten con la PTAR de la CFE, la reforestación y el revestimiento de riberas, y la restauración de la cuenca alta del Tula.

Un segundo eje está destinado a la remediación de la presa Endhó, donde se propone retirar y triturar el lirio acuático que cubre su superficie, fumigar contra el mosco Culex, retirar envases de agroquímicos acumulados en sus orillas, y revestir los canales derivados del río Salado. También se incluye una solución técnica para el paso del gasoducto de la CFE, con el fin de retirar combustóleo residual y mejorar la calidad del aire.

El tercer componente es la recuperación de los trenes de pasajeros y carga híbridos, con el objetivo de descongestionar carreteras, reducir tiempos de traslado y disminuir emisiones contaminantes.

El cuarto eje es precisamente el Parque de Economía Circular, concebido no como una obra aislada, sino como una respuesta estructural al manejo de residuos sólidos urbanos. En Hidalgo se generan 2,750 toneladas diarias de residuos, de las cuales 54% son inorgánicos y 46% orgánicos. Aunque existen 65 sitios de disposición final , entre ellos un relleno sanitario regional, 14 municipales y 11 centros de acopio, más de 450 tiraderos a cielo abierto operan sin cumplir ninguna norma ambiental, contaminando suelo, mantos acuíferos y aire. Además, se estima que 850 toneladas diarias no son siquiera reportadas.

Solo en el área de influencia del parque,14 municipios alrededor de Tula, se producen 551 toneladas diarias de residuos, pero solo se recolectan 294. El resto termina en calles, barrancas o cuerpos de agua. A esta cifra se suman fuentes adicionales de materia orgánica: los lirios de la presa Endhó, los lodos activados de las PTAR y residuos agroindustriales.

“Esta es la última llamada o nos ponemos las pilas y damos remedio a este problemática de más de 50 años o nos resignamos a que sobre nosotros caiga primero un tema de salud con todo tipo de enfermedades y segundo estamos en un esquema de ahora o nunca” señaló el secretario de gobierno Guillermo Olivares.

Frente a esta situación, las autoridades descartan como opciones viables el enterramiento, por ser ilegal y contaminante y la quema, por sus emisiones tóxicas, vinculadas con problemas respiratorios, cardiovasculares y cáncer. La alternativa propuesta es “procesarlos y transformarlos”, según reza el documento oficial.

Los biodigestores del parque convertirán la fracción orgánica en biogás, energía eléctrica, composta y pellets. El plástico, el cartón, el papel, las llantas y el cascajo tendrán rutas técnicas de reciclaje. El agua utilizada en los procesos será tratada y reutilizada, evitando extracciones adicionales de los mantos freáticos ya deprimidos en la región.

El proyecto también incorpora criterios de justicia social. Se prevé la contratación prioritaria de recicladores locales, mujeres y cooperativas comunitarias. El acceso al área ecológica será gratuito y permanente, y el hospital del IMSS ubicado en las inmediaciones quedará integrado a un nuevo paisaje urbano con zonas verdes, según los planos difundidos.

El diseño del parque se inscribe en una transición nacional del “extractivismo al ambientalismo humanista”, concepto promovido por el gobierno federal que combina protección ambiental, bienestar compartido y sostenibilidad. En este marco, Hidalgo participa en el Compromiso 94 del Plan Nacional de Desarrollo, que establece como meta la construcción de polos de desarrollo de economía circular.

A nivel normativo, el estado se prepara para alinearse con la Ley de Economía Circular y su reglamento, así como con la reforma a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR). También se impulsa el esquema de Responsabilidad Extendida al Productor (REP), que obliga a fabricantes e importadores a hacerse cargo del ciclo de vida completo de sus productos.

Se estima una inversión de mil 300 millones de dólares y la creación de al menos 500 empleos directos además que el parque contará con acceso directo al Arco Norte y vía férrea dentro del mismo predio, lo que reduciría costos logísticos y emisiones por transporte.

En cuanto a las empresas que podrían participar de manera importante en el proyecto se encuentran dos regiomontanas como Cemex y Greenpapaer.

La consulta ciudadana será un espacio para presentar los estudios técnicos, responder inquietudes y recoger propuestas. Los resultados se integrarán al expediente que será evaluado por Semarnat. Las autoridades han distribuido códigos QR para acceder a mapas, diagramas de flujo de residuos, análisis de alternativas y estudios preliminares de impacto ambiental y social.

Hasta ahora, no se han reportado oposiciones organizadas, aunque sí inquietud entre pobladores de comunidades rurales cercanas, preocupados por posibles afectaciones al acuífero local y al uso del suelo agrícola. Representantes de municipios como Tetepango y Tlaxcoapan han solicitado garantías sobre la preservación de fuentes de agua y la participación local en la toma de decisiones.

En paralelo, el gobierno estatal ha iniciado acciones en otros frentes. Ya se trabaja en el retiro de lirio de la presa Endhó con maquinaria especializada, y en la limpieza de envases de agroquímicos en cauces y campos de cultivo. En el río Salado, se ensayan técnicas de bioingeniería para estabilizar riberas sin concreto.

Este conjunto de acciones representa el intento más ambicioso hasta la fecha por enfrentar de manera integral una crisis ambiental largamente postergada. Hidalgo, que durante décadas recibió residuos sin infraestructura adecuada y sin compensaciones sociales, busca ahora convertirse en un referente nacional en gestión de residuos, calidad del aire y recuperación de ecosistemas degradados.

La consulta del 14 de diciembre no será el final del proceso, sino el inicio de una nueva etapa. Si el proyecto avanza, el parque de economía circular podría comenzar operaciones parciales en 2027, con la primera planta de biodigestión y el área de separación mecánica de residuos. La visión a largo plazo es que, en diez años, Hidalgo haya cerrado todos sus tiraderos a cielo abierto, haya generado empleos verdes estables y haya devuelto a sus ríos y suelos condiciones mínimas para la vida.


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Miguel Ángel Puértolas
  • Miguel Ángel Puértolas
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