Ciudad de México /
Bob Dylan llegó a Kalamazoo el sábado 20 de abril de 2013 por la mañana en su camión para dar un concierto como parte de la gira promocional de Tempest (2012, último álbum que ha publicado con canciones originales). Tomó una siesta y al mediodía fue a un café ubicado a las afueras de la ciudad. Un establecimiento viejo dirigido por ajedrecistas amateurs que Bob Dylan suele visitar cuando está en Michigan. No hay peligro: es un café de carretera, al que van los mismo siete u ocho granjeros que discuten sobre Bobby Fischer. Que me hubiera inscrito en su encuentro mensual de ajedrez los desconcertó mucho; me vieron con una hostilidad rayana en la ira.