Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, expuso la confección de un programa para dotar de agua potable a la zona metropolitana del Valle de México incluido Hidalgo, lo cual está relacionado con el saneamiento del río Tula.
Dicha estrategia es confeccionada con la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, así como la jefa de gobierno de la capital del país, Clara Brugada Molina, detalló Sheinbaum Pardo durante conferencia en Palacio Nacional.
“Estamos haciendo un programa con la maestra Delfina, el gobernador Menchaca de Hidalgo y la jefa de Gobierno. Un programa muy importante para dotar de agua potable a la zona metropolitana del Valle de México, incluido el estado de Hidalgo y tiene que ver también con el saneamiento del río Tula”, declaró luego de presentar el Plan integral de la zona oriente del Estado de México.
Agua residual del Valle de México
El agua residual sin tratamiento que recibe el Valle del Mezquital en Hidalgo desde hace décadas proveniente de la zona metropolitana del Valle de México, configuró el espacio agrícola de esta región, convirtiéndola en un posible detonante de problemáticas sociales y ambientales, señala la manifestación de impacto ambiental para el saneamiento de los ríos Tula y Salado, la cual actualmente se encuentra en consulta pública.
El análisis agrega que en la zona existen más de 230 mil viviendas que llegan a alcanzar una cobertura en el servicio de agua potable de 97.9 por ciento y de alcantarillado sanitario de 96.1 por ciento; lo anterior implica que en la región más de 20 mil 300 personas carecen de agua entubada en su vivienda y 34 mil 700 no cuentan con el servicio de drenaje.
Se ha mantenido por años una problemática relacionada con el saneamiento de las aguas residuales de la zona norponiente de Hidalgo, en particular en las áreas aledañas a los ríos Tula y El Salado, así como, a los acuíferos en el Valle del Mezquital y manantiales, que son empleados para el abastecimiento de la ciudad de Tula y zona conurbada.
El amplio crecimiento urbano, los desarrollos industriales y que las cabeceras municipales de la zona carecen de procesos formales de tratamiento de aguas residuales ha incrementado los índices de contaminación del líquido en la región, principalmente de los ríos Tula y Salado así como sus afluentes los ríos Rosas y Tlautla.
Derivado de lo anterior, al menos 800 litros por segundo de agua residual se vierte hacia los cuerpos receptores sin tratamiento alguno. De continuar esta tendencia para un período de 30 años el caudal podría incrementarse a más de mil 500 litros por segundo de agua residual sin tratamiento, lo que ocasionará severos daños a los ecosistemas y salud pública.
Por tanto, el objetivo de sanear y tecnificar al Valle del Mezquital, responde a la necesidad de aprovechar las aguas negras de la zona metropolitana para crear una región altamente productiva y sostenible, explica la manifestación de impacto ambiental.
En el marco del plan integral para el Valle del Mezquital, se pretende ayudar a garantizar el acceso al agua potable para todos. En la actualidad se tiene el reto de dotar de líquido de calidad a una población en crecimiento, al tiempo de avanzar hacia un uso sostenible de los acuíferos que hoy se encuentran sobreexplotados, así como a garantizar la suficiencia alimentaria.