Comunidad

“Uno se ve obligado a hacer algo que no quiere: dejar su país”

Denis Rodríguez abandonó Honduras en 2017; alista su salida de Casanicolás para partir a Saltillo.

Con una mochila desgastada y una cobija ligera cargando en la espalda, Denis Rodríguez Manueles alista su salida de Casanicolás, ubicada en Guadalupe. Originario de Honduras, tiene 38 años de edad y su siguiente destino es Saltillo, Coahuila.

El migrante dejó su país de origen el 31 de julio de 2017. Sus motivos, dice, son los mismos que los de cualquier centroamericano.

“(Salí) por lo que salimos todos, en busca de nuevos horizontes, de bienestar para la familia de uno, porque en el país de uno pues no se puede. Allá no hay empleo, hay violencia, hay mucha delincuencia, y el gobierno que tenemos pos’ no sirve pa’ nada.

“Uno se ve obligado a dejar su país, familia, amigos, esposa, hijos, hijas, novios. Uno se ve obligado a hacer algo que nadie quiere, nadie quiere dejar su país”, reflexiona.

Su camino comenzó mal desde la frontera con Guatemala, donde no lo dejaron ingresar por el cobro de un impuesto migratorio. Como para él no era una opción quedarse en Honduras, optó por rodear los filtros hasta llegar a Esquipulas, donde tomó un autobús rumbo a la capital de Guatemala. No obstante, Denis enfatiza: “Donde empieza uno la aventura es cuando cruza el río Suchiate”.

Recuerda que de ahí en adelante, su recorrido fue a escondidas y huyendo de los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) constantemente. A veces sobre La Bestia, otras a pie, pero siempre rumbo al norte.

Después de una larga travesía y abusos por parte de las autoridades –principalmente de policías–, el migrante adquirió la visa humanitaria de México, por lo que su estancia ya está regularizada; sin embargo, fue víctima de un asalto y únicamente se quedó con unas copias de sus documentos.

Por ello, ahora emprenderá un viaje a Saltillo, donde está el cónsul de Honduras y un equipo de abogados que le brindará asesoría.

Al hablar sobre sus aspiraciones, Denis señala que Monterrey es un buen lugar para trabajar y ganar algo de dinero para enviarle a sus dos hijas, que son gemelas.

“Yo ya sepulté la idea de Estados Unidos, por el presidente que está ahorita (Donald Trump), y otra, porque ya estuve allá y me agarraron. Si por desgracia me agarran de nuevo, me pueden dar uno o dos años de cárcel. Entonces mejor me quedó trabajando acá en México. Si pudiera me trajera a mis hijas, pero tampoco quiero que sufran como yo”.

El hondureño ya cumplió su plazo máximo de estancia en Casanicolás, así que es tiempo de partir. Esa noche, el cielo de Monterrey será su techo.

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.