Carros de ruta de Tampico hacia Altamira piden incremento en el pasaje de 22 a los 26 pesos al asegurar que trabajan en números rojos por pandemia y no pueden costear el combustible así como los incrementos en las refacciones.
El secretario general del Sindicato Gremial de Trabajadores de Base de Altamira Similares y Conexos de la zona conurbada (Sigbrusa) Jorge Óscar Luna Loya, aseguró que es urgente aumentar el pasaje cuatro pesos en las rutas largas desde Tampico y viceversa, ya que también hay quienes llegan hasta la zona rural.
“Estamos en números rojos en varias de las rutas que operan en la urbe industrial, además de que se han registrado alzas en los costos de refacciones y todos los materiales par mantener un auto en buenas condiciones para ofrecer un buen servicio de transporte público. Se requiere un aumento a 26 pesos sería lo justo”.
Manifestó que desde hace ocho años no se han aumentado las tarifas, que actualmente están en 12 en rutas cortas dentro del municipio y 22 pesos en trayectos largos que incluyen algunos de los ejidos de la urbe industrial.
"El sector del transporte público de pasaje siempre es castigado pues al incrementar la gasolina todo te sube, además lo castigan mucho las autoridades por decir el Gobierno del Estado nos aplicó el cobro del 3% a la nómina, caray ya nos tiene con el cobro de la revalidación en la reconcesión que es cada cinco años, el pago de la revista mecánica y el cobro de cambio de derecho de automóvil cuando das de baja una unidad por otra de modelo reciente, entonces ahí nos tienen muy castigados".
El representante de los concesionarios del transporte público de pasaje indicó que "esperemos que en este mismo año nos autoricen el incremento en el costo de pasaje de cuando menos 4 pesos, estamos siendo muy castigados por todos lados, además aquellos que sacamos carro nuevo de costarte 220 mil pesos se te dispara la deuda en 300 mil pesos y es cuento de nunca acabar y tienes que pagar combustible y todo eso va afectando la economía del concesionario", puntualizó.
Los operadores del volante, la han pasado mal económicamente desde la suspensión de clases presenciales en las escuelas de la zona sur de Tamaulipas, debido a que los alumnos representan más del 50 por ciento del pasaje que recibían diariamente.
Desde entonces, han batallado y hay quienes han optado por detener las unidades para dedicarse a otro oficio. Esta misma necesidad ha hecho que quienes trabajan no respeten las restricciones en cuanto al número de pasajeros en cada unidad, porque no costean viajes con pocas personas, aseguran.