Sacerdotes acompañados solo de algunos auxiliares se congregaron en los templos para rezar este viernes santo el viacrucis en el interior de los templos, desde donde hicieron transmisión en vivo a través de redes sociales, donde hicieron énfasis en la permanencia en casa para no contraer el coronavirus.
El padre Sixto Reyes vocero de comunicación pastoral, dijo en su transmisión por redes sociales, que la mañana de este viernes, por una antiquísima tradición la iglesia omite por completo la celebración de los sacramentos, excepto si fuera necesaria la penitencia de los enfermos.
Por la mañana de este viernes, los sacerdotes se congregaron al interior de los recintos católicos para rezar el viacrucis, no salieron como tradicionalmente lo hacían en el atrio de los templos o calles continuas acompañados de feligreses, hoy lo hicieron en compañía de tres o cuatro personas, más tarde hubo el sermón de las siete palabras, donde nuevamente estuvieron solos.
Varios clérigos antes de iniciar sus transmisiones en vivo, explicaban por qué no había gente, porque las iglesias estaban cerradas, era en cumplimiento a las indicaciones que dio el Consejo Episcopal Mexicano, ante la pandemia del coronavirus, motivo por el cual la gente debe permanecer en casa.
El altar de catedral donde se tuvo la tarde de este viernes la celebración de la palabra, presidida por el obispo Gonzalo Alonso Calzada Guerrero, estaba sin cruz, candelabros, manteles y sin feligreses, solo un número reducido de sacerdotes.
Ahí el prelado diocesano en la celebración de la palabra se refirió a las condiciones que estamos viviendo a causa de la pandemia del coronavirus, “es una forma muy especial de acercarnos a la muerte de Nuestro Señor, esta mañana en Roma, el predicador de la Casa Pontificia resaltaba como esta experiencia nos hace descubrir nuestra fragilidad como personas, como pueblos, porque un pequeño ser vivo, el virus, ha causado tanta muerte, sufrimiento y dolor”.
Con lo que se está viviendo refirió, las personas somos frágiles, pero también ha hecho descubrir ese espíritu solidario que está en el corazón de todo ser humano, como ante estas experiencias, podemos sacar lo mejor de nosotros mismos, no hay que esperar esto, porque dijo, Dios nos da la oportunidad cada día de hacer el bien, de colaborar en esta lucha contra el mal, también esta experiencia nos ha centrado a lo que es fundamental en la vida, avivar la fe.
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