Además de arrasar con carreteras y caminos en zonas montañosas, la tormenta tropical 'Alberto' causó estragos y dejó daños en pleno corazón del Área Metropolitana.
Aunque las afectaciones no se comparan con lo que fue el huracán Alex, el fenómeno meteorológico ocurrido hace un año provocó el desprendimiento de asfalto, desaparición de carriles y daños estructurales en el Par Vial de Monterrey.
Tan solo en el tramo del Puente del Papa al Puente Guadalupe, la fuerza del agua desprendió el concreto de los carriles express de las avenidas Constitución y Morones Prieto.
Bajo el Puente Zaragoza, ambas vías sufrieron severos daños; los taludes se desprendieron y con esto se fue por el río el concreto de dos carriles, que hicieron imposible que los automovilistas pudieran transitar por dichas avenidas.
En los pasos deprimidos a la altura de Garza Sada, Revolución y el Puente Guadalupe, también fue similar. La corriente la noche del 19 de junio y mañana del 20 causó la desaparición de carriles completos debido a la erosión causada por las lluvias.
El Gobierno del Estado estimó en mil 500 millones de pesos las reparaciones del Par Vial Constitución-Morones Prieto y licitó de inmediato los proyectos de restauración, aunque pidieron paciencia pues tardarían al menos un par de meses en entregar.
En esta ocasión, después de la tormenta no llegó la calma debido a que el intenso caos vehicular se complicó aún más con las afectaciones por 'Alberto' y la construcción del monorriel para las líneas 4 y 6 del Metro.
El gobierno municipal, aún a cargo de Luis Donaldo Colosio Riojas, implementó un plan de emergencia vial para mitigar los efectos de estos daños y propuso rutas alternas para la circulación vehicular.
Ante el caos que se generó, las cámaras afiliadas a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) comenzaron las obras de reparación, cubriendo los anticipos de los trabajos mientras el gobierno local obtenía los recursos federales y maniobraba para conseguir recurso estatal, pues cabe recordar que en el 2024 no hubo Presupuesto y se usó la reconducción del año previo.
A un año de esto, las obras concluyeron y se reconstruyeron los carriles, incluso, en varios puntos del río Santa Catarina se construyeron taludes como un refuerzo ante cualquier otro fenómeno meteorológico.
En contraste, 'Alberto' también marcó un punto de cambio positivo para la presa La Boca.
Hasta antes de junio de 2024, lucía vacía, agrietada y moribunda. Las tolvaneras donde debía haber agua eran testigos del colapso.
El turismo murió, los restaurantes cerraron y apenas tres trabajadores quedaban en embarcaderos donde antes había nueve.
“No había nada, absolutamente nada”, recordaba un empleado. La desesperación no sólo era económica, sino existencial: el temor al desabasto de agua era real. Nos quedamos sin sustento... sin esperanza”, decía Javier Parra, visitante habitual a la presa.
Pero el 19 de junio, el mismo fenómeno que arrasó con calles también trajo salvación. 'Alberto' llenó la presa.
Un año después, el panorama cambió radicalmente: La Boca está llena, activa y vuelve a ser orgullo turístico.
Rolando Villalobos, trabajador de los embarcaderos, lo resume con sencillez: “Ha aumentado el trabajo, regresó la gente, volvió la vida”.
Manuel, un visitante, lo confirma: “La veía muy mal... ahora está hermosa y radiante”.
Hoy, la presa es muestra de cómo todo puede cambiar para bien, y el pueblo mágico de Santiago volvió a la vida, algo que hace un año parecía muy lejano.