La zona metropolitana de Puebla se encuentra entre los volcanes Popocatépetl, Iztaccíhuatl y Pico de Orizaba que forman parte del Cinturón Volcánico Transmexicano, área que con posibilidad de sismos por ubicarse sobre fallas geológicas activas.
De acuerdo con la investigación “Deformación cortical activa en el Cinturón Volcánico Transmexicano”, encabezada por Gerardo Suárez, sismólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y publicada en el AGU Journal Tectonics, las regiones catalogadas como sísmicas de bajo riesgo en México, en realidad, experimentaron terremotos múltiples y fuertes desde el año 1500.
En las áreas que se encuentran dentro del Cinturón Volcánico Transmexicano, habitan 40 por ciento de la población de México y en un lapso de 450 años, por lo menos, se presentaron 16 grandes terremotos.
El estudio revela, por ejemplo, que se presentó un terremoto en 1575 con magnitud 5.7 y afectó el este de la ciudad de Puebla.
“Se informó un gran terremoto el 19 de febrero de 1575, poco después de la conquista española, y ubicado a 45 kilómetros al este de la ciudad de Puebla, en el centro de México. El terremoto afectó a las ciudades de Nopalucan, Acatzingo y Tecamachalco en la cuenca de Puebla. Las iglesias fueron dañadas en esos tres lugares. Sin embargo, no se mencionan derrumbes de edificios. Los datos macrosísmicos provienen de los Anales de Tlatelolco, uno de los manuscritos prehispánicos sobrevivientes”, destaca el estudio.
La investigación detalla que el Cinturón Volcánico Transmexicano es una región activa tectónica volcánica de mil kilómetros de largo que se extiende desde el Golfo de México hasta el Océano Pacífico a través del centro y sur de México.
Para los especialistas, en el pasado, se creía que el riesgo sísmico, es decir, la probabilidad de que ocurra un terremoto en una región durante un período de tiempo específico, era bajo en el Cinturón Volcánico Transmexicano porque no había registros de terremotos.
La investigación recopiló registros históricos de archivos mexicanos, usándolos para clasificar terremotos individuales desde 1568 hasta 1920. Durante dicho lapso, se registraron 16 terremotos que generaron diferentes daños.
En el códice azteca llamado Anales de Tlatelolco, se detectó el registro actividad sísmica durante más de cuatro días en 1575. Una de las aldeas donde se sintió el terremoto fue en el área llamada Zacaetotlán, asentamiento prehispánico que desapareció, pero que fue encontrado cerca de un volcán en la región central del cinturón. Las ruinas de la ciudad nunca se han encontrado.
La investigación destaca que en 1858 se registró un terremoto de magnitud 7.6 que sacudió el estado de Michoacán en 1858. Su epicentro fue en la ciudad de Morelia en el centro del cinturón volcánico. Los documentos de la época revelan que el terremoto generó consecuencias en el estado. El mismo terremoto afectó la Ciudad de México a aproximadamente 200 kilómetros de distancia. El ayuntamiento y otros edificios gubernamentales resultaron dañados, así como los acueductos.
El estudio que encabeza el sismólogo de la UNAM convirtió los testimonios de archivo de sismos en valores numéricos utilizando la Escala de intensidad de Mercalli modificada, un método sismológico que clasifica los terremotos por la intensidad del daño o por cómo se sintió la población. Los terremotos que son "severos" pueden mover los muebles, mientras que los terremotos "violentos" provocan el colapso del edificio.
Con la escala, los científicos pudieron asignar a cada terremoto un punto de datos de intensidad y luego estimar la magnitud y el epicentro utilizando un enfoque numérico.
La investigación muestra que los terremotos se presentaron en el Cinturón Volcánico Transmexicano y en áreas que se consideran geológicamente inactivas. Los terremotos fueron particularmente comunes en las regiones central y occidental del cinturón volcánico.
ARP