La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) ha emitido un informe alentador sobre el estado actual de las principales presas que abastecen al Valle de México y la Región Golfo Norte. Con datos actualizados a las 18:00 horas de hoy, el panorama hídrico es predominantemente positivo, con la mayoría de los embalses operando a capacidades óptimas, e incluso algunos vertiendo excedentes, lo que sugiere una robusta recuperación tras periodos de preocupación por los niveles de agua.
El informe detalla que las presas bajo operación de CONAGUA en la Región Aguas del Valle de México alcanzan un impresionante promedio del 96.0% de su capacidad total. Entre los ejemplos más destacados se encuentra la presa Endhó, que no solo está al 103.5% de su capacidad, sino que también registra un significativo derramé de 129.811 metros cúbicos por segundo (m³/s). Este fenómeno, aunque común en temporadas de lluvias intensas, subraya la abundancia de agua que ha ingresado al sistema.
Otras presas vitales como Requena (95.4%) y Taxhimay (81.4%) también reportan niveles muy saludables, consolidando las reservas de agua para la región. La presa Rojo Gómez, al 86.4%, también está realizando un desfogue de 18.0 m³/s, una medida de gestión para mantener los niveles adecuados y controlar el flujo del agua. Incluso la presa Vicente Aguirre se encuentra al 75.0%, mostrando una buena capacidad de almacenamiento.
En la Región Golfo Norte, la presa La Esperanza se mantiene al 100% de su capacidad, asegurando su abasto. Por su parte, la megaestructura de la Presa Zimapán, operada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), reporta un robusto 88.6% de su capacidad, con un volumen considerable de más de 1.2 mil millones de metros cúbicos.
Este escenario contrasta con los momentos de escasez y preocupación vividos en años recientes. La recuperación de los niveles de agua en las presas es una noticia de gran alivio para la población y las autoridades, ya que garantiza la disponibilidad del recurso hídrico para consumo humano, agricultura e industria en el corto y mediano plazo.
Sin embargo, la abundancia también trae consigo desafíos. El manejo adecuado de los desfogues y derrames es crucial para prevenir inundaciones en zonas bajas y garantizar la seguridad de las comunidades aledañas a los embalses. Las autoridades de CONAGUA y Protección Civil mantienen una vigilancia constante sobre el comportamiento de los ríos y cuerpos de agua para mitigar cualquier riesgo asociado a los altos niveles de las presas.
Las lluvias recientes y una gestión hídrica eficiente en conjunto, han permitido revertir una situación preocupante y asegurar el suministro de agua para millones de mexicanos. La atención ahora se centra en mantener estos niveles y prepararse para futuros ciclos hidrológicos.