Miles de litros de agua son arrojados a la vía pública, en el Barrio Antiguo, desde hace más de un mes, con lo que el pavimento ya comienza a resentir los daños, en tanto que los vecinos se preocupan porque podría estar desperdiciándose agua limpia.
Las descargas salen de un tubo que proviene del interior de una construcción sobre la calle Matamoros, a la altura de la calle Valentín Gómez Farías.
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El líquido sale transparente, y crea un río que desemboca en una laguna qué se formó entré las calles de Florencio Antillón y Francisco Naranjo.
Son por lo menos unas cuatro cuadras en las que se puede ver la corriente de agua por las calles, hasta que desembocan en una rejilla de drenaje pluvial para ir a dar al río Santa Catarina.
El constante paso sobre el pavimento ya causó grietas, y por lo menos un bache en el punto donde el agua cae a la vía pública, y los residentes del lugar temen que la erosión termine por romper la carpeta asfáltica.
