Autoridades municipales han recomendado a las reclusas del Centro de Ejecuciones de Sanciones (CEDES) de Altamira a tener una vida sexual responsable y evitar embarazos, ya que a pesar de que ellas tienen derechos a ser madres, el ambiente podría traer afectaciones psicológicas a los menores.
Karla Mar Loredo, directora del Instituto de la Mujer, detalló que las mujeres están en su derecho de procrear, pero el entorno no es el mejor para los niños tras las diversas situaciones que ahí se presentan.
"Lo que pasa es que como muchos temas en cuestión de derechos tenemos la polaridad de la sociedad. Aquí se cuida tanto el derecho a ser madre, su sexualidad y a tener hijos, porque es un derecho que ellas tienen aunque estén resguardadas".
Refirió que a través de pláticas que se llevan a cabo consecutivamente a las mujeres que se encuentran ahí "se les hace la invitación a hacer conciencia de que un niño que nace dentro de un Centro no va tener igual calidad de vida, que uno que estuviera afuera por las condiciones".
Explicó que cuando una mujer da a luz se le permite tener al menor hasta los tres años, que es el tiempo que se tiene permitido para que convivir con su madre.
Dijo que después de que sale a tener una vida con los familiares afuera, se les da la sugerencia a que reciban apoyo psicológico, ya que independientemente de que vivieron en un centro, la mayoría regresa a ver a sus madres en edades más adultas.
“Porque para entrar hay que sujetarse a revisiones y a un ambiente que para un niño, si no se le da la explicación adecuada pudiera marcar su desarrollo emocional de manera negativa”, comentó.
Hasta el momento, de acuerdo a las últimas cifras que tenía la dependencia municipal, informó que hay un promedio de nueve niños menores de tres años que se encontraban junto a sus mamás en el CEDES.
"En las áreas siempre se hace la invitación a una sexualidad responsable porque más allá del embarazado aquí en Altamira hay una constante de enfermedades", agregó.
ELGH