Patricia Roldán y Mariana Martínez, son la descripción total del amor verdadero, su historia inició hace 34 años, en la ciudad de Puebla, cuando se conocieron en plena adolescencia en la preparatoria, fue en esa etapa que comenzaron una relación, en la que pese a las críticas y dificultades lograron mantenerse juntas.
Luego de algunos años, unieron sus vidas y en la idea de formar una familia, intentaron por dos años y medio embarazarse por inseminación artificial. A sus 27 años, lograron un resultado positivo, la felicidad fue inmensa, ya que esperaban a un varón.

El proceso no fue fácil; sin embargo, disfrutaron la etapa del embarazo y la llegada de Diego, su único hijo a quien aman, protegen y guían en la vida.
Actualmente, es su fuerza para seguir adelante y continuar en el camino como una pareja feliz, a su decir, es el motor que todos los días impulsa más a su amor.

“Hemos tenido altas y bajas pero a final de cuentas estamos aquí, estamos juntas, nos amamos y eso es indudable y tenemos pensado llegar a viejitas juntas a seguirnos cuidando”, dijo en entrevista para Multimedios Puebla, Mariana Martínez.
No todo fue sencillo, ya que se enfrentaron el rechazo, la discriminación y hasta las burlas; sin embargo, su valentía fue más fuerte que cualquier crítica externa para continuar con su amor y para formar su familia.

Afirmaron que su relación nunca fue oculta, ya que su valentía y las ganas de estar juntas eran más fuertes; sin embargo, la época en la que les tocó vivir este romance tenía muchas brechas, críticas y poca aceptación.

“En los principios del 2000, era complicado todavía el tema de que dos mujeres pudieran tener un hijo, y ya no te hablo de 1991, que fue cuando iniciamos nuestra relación, ahí para empezar fue un shock familiar, un golpe fuerte, porque era muy complicado que aceptaran una pareja lésbica en ese año, en 1991, todavía era muy complicado, no era nada fácil ir de la mano, darte un beso en la calle, hoy en cualquier calle caminas y ves chicos y chicas besándose pero eso en nuestra época no se daba”, dijo Patricia Roldán.
En estos 19 años, han pasado por etapas difíciles y momentos felices, pero siempre los tres de la mano. Viajes, cumpleaños, navidades y distintas etapas en la vida de Diego, las ha vivido junto a sus dos madres, quienes le han enseñado una visión diferente de tener una familia amorosa.

Una crianza respetuosa de la mano de dos madres, un hogar lleno de valores y un ambiente sano, es lo que comparten con Diego, que ahora es un joven universitario.

“Me siento muy orgulloso de mi familia porque sé su historia y sé por todo lo que han tenido que pasar y también aprecio mucho el que nunca se ocultaron, me da mucho orgullo y estoy muy feliz de eso”, señaló Diego.
Además, pidió a todos los poblanos respetar, conocer a las personas y no crear un juicio equivocado solo por su apariencia, Ya que en su familia sobra el amor, la honestidad y la unión.

En este mes del orgullo y para festejar el pride, el mensaje de esta pareja para todos los que la integran la comunidad LGBT, es que hagan a un lado el miedo, los estereotipos y las críticas, ya que no hay nada más fuerte que creer en uno mismo, aceptarse y actuar en consecuencia para encontrar la felicidad.
AAC