Fundado alrededor de 1836, el panteón de Santa Paula ubicado en la ahora colonia Guerrero de la Ciudad de México era un terreno de más de 37 mil metros cuadrados que casi para mediados del siglo XIX.
Fue considerado como el panteón principal de la capital, en donde además fueron enterrados una gran cantidad de los muertos de la epidemia de cólera de 1850.

De acuerdo con una investigación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) llamada “Entierros en el antiguo panteón de Santa Paula de la ciudad de México”, este lugar fue destinado como panteón luego de que en 1787 las autoridades novohispanas comenzaran a dictar disposiciones que prohibían los enterramientos en poblado y fue entonces que Vicente García, administrador del hospital de San Andrés, obtuvo el permiso por parte de Manuel Posada y Garduño, gobernador de la Mitra, para edificar este panteón.
Asimismo, el documento señala que en este panteón fueron inhumados, entre otros personajes, el antiguo conde de Regla, Leona Vicario, el doctor Andrade, así como cuatro héroes de la guerra de 1847; igualmente, en él se levantó el monumento donde fue depositada la pierna que perdió Antonio López de Santa Anna durante la batalla del 5 de diciembre de 1838 contra el ejército francés en Veracruz.
Decadencia del panteón
Sin embargo, tras la muerte de Vicente García, ocurrida en 1851, el panteón comenzó a decaer ante el descuido de los nuevos administradores y después, en 1858, quedó casi destruido a consecuencia de un temblor, hasta que finalmente el 29 de julio de 1871 se ordenó su cierre definitivo y clausura junto con los panteones de San Fernando, Los Ángeles y San Diego, ya que comenzaron a ser consumidos por la capital, sin embargo, se ordenó que fueran conservados en lo que los gérmenes de los difuntos se destruían con el tiempo.
Posteriormente en las últimas décadas del siglo XIX comenzaron a surgir nuevas colonias hacia el poniente de la traza original de la ciudad, entre las cuales se contó la colonia Guerrero, conocida como colonia Buenavista o San Fernando, surgida para albergar a la clase obrera.
Oficialmente en 1881 el antiguo panteón de Santa Paula fue lotificado y vendido un año después para realizar las ampliaciones de las calles de Magnolia, Moctezuma, Magueyitos (Galeana) y Rinconada de Santa María (Riva Palacio), aunque para 1889 todavía era posible observar la delimitación del panteón, siendo hasta 1900 cuando ya se le vio completamente fraccionado.
Cabe mencionar que esta investigación se publicó hace 15 años con hallazgos realizados entre 2004 y 2005, en donde se visitaron los predios ubicados en la calle Riva Palacio 69 y 71; así como Lázaro Cárdenas 80 y en ese entonces pese al cierre del panteón hace más de un siglo se encontraron restos óseos que de acuerdo con la información recada en su momento pertenecían al panteón de Santa Paula e incluso se señaló que muchos de estos restos fueron encontrados como si fueran de una fosa común, esto presuntamente tras la gran cantidad de muertos en la pandemia de cólera.
El INAH publicó en 2023 un comunicado en donde se informó que en la sede de la Sección de Bioarqueología de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA) se encuentran en resguardo 17 cajas con 109 cráneos de ambos sexos, 93 cajas con 155 entierros primarios, dos con concentraciones de hueso cremado (osarios) y 28 costales con material óseo aislado, las cuales fueron encontradas en Reforma 159 y presuntamente también pertenecerían al Panteón de Santa Paula, por lo cual esta no sería la primera vez que encuentra restos en este predio.
Hallan huesos en inmueble de la Cuauhtémoc
La tarde del jueves, fue reportado el hallazgo de algunos restos óseos, por lo que la alcaldesa acudió al lugar.
Además, la Fiscalía General de Justicia capitalina llevó a cabo diligencias en el predio con el propósito de verificar el contexto del hallazgo de restos óseos y establecer su naturaleza.
Informaron que este sitio fue objeto de un rescate arqueológico en 2014, que derivó en la localización de entierros humanos asociados al antiguo Panteón de Santa Paula, el cual operó entre los siglos 18 y 19, por lo cual se notificó a la Dirección de Salvamento Arqueológico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), cuyo personal colaborará para el análisis y la determinación del contexto y la antigüedad de los restos.
HCM