Al menos ocho de cada 10 mexicanos percibe que las cenas de fin de año son excesivas en cantidad y variedad de alimentos, lo que contribuye a que platillos sobrantes terminen en el desperdicio, según una encuesta de la plataforma móvil de rescate de alimentos Cheaf, que advierte implicaciones económicas, ambientales y de seguridad alimentaria.
El estudio revela que, aunque la mayoría de los encuestados identifica los excesos, el 60 por ciento incrementa sus compras de alimentos en diciembre, impulsados principalmente por tradiciones familiares y promociones en supermercados. Sin embargo, este aumento no siempre va acompañado de una planificación adecuada.
“Las cenas navideñas no solo reflejan un apego cultural a la abundancia en nuestras celebraciones, sino también una falta de planeación. Este desperdicio tiene implicaciones más allá de lo económico y ambiental; impacta directamente en la seguridad alimentaria. Al generar desechos innecesarios, se desaprovechan recursos que podrían haber sido mejor distribuidos para enfrentar la creciente inseguridad alimentaria en diversas regiones del país. Es urgente replantear nuestros hábitos de consumo y promover una conciencia más sostenible en estas festividades”, señaló Kim Durand, CEO y cofundador de Cheaf.
A nivel global, la Organización de las Naciones Unidas estima que el desperdicio de alimentos se duplica durante las festividades decembrinas, y en México la Red de Bancos de Alimentos señala que hasta 40 por ciento de los alimentos terminan en la basura, debido a la falta de organización, lo que también genera un impacto ambiental.
Cheaf es una startup mexicana que surgió en verano de 2020 y consiste en una aplicación móvil gratuita en la que diversos negocios de alimentos, supermercados y restaurantes ofertan sus excedentes de alimentos bajo el concepto de “paquetes sorpresa”, para que los usuarios puedan rescatarlos por una fracción de su precio original y así evitar y reducir el desperdicio de alimentos.
El 43 por ciento de los encuestados por la plataforma Cheaf señaló que los alimentos olvidados en el refrigerador son la principal causa de desperdicio; 40 por ciento mencionó la preparación de más comida de la necesaria como otro factor relevante; mientras que cambios inesperados en el número de invitados y porciones excesivas contribuyen al problema en un 19 por ciento.
Los alimentos que más se desperdician durante estas celebraciones son: panes como baguettes y bolillos, en 47 por ciento; seguidos por guarniciones como pasta, ensaladas, purés y arroz, en un 45 por ciento.
La plataforma señala que estos datos reflejan una tendencia de sobreproducción, donde los alimentos preparados en exceso, como sopas, caldos y tamales, también contribuyen significativamente al desperdicio, alcanzando un 25 por ciento de menciones. Las carnes y proteínas principales, como pavo y pierna, 22 por ciento, así como las frutas y verduras frescas, 20 por ciento, aunque menos desperdiciadas, también muestran un patrón de derroche importante.
El impacto del desperdicio
De acuerdo con Cheaf, a pesar del impacto del desperdicio, los resultados de la encuesta reflejan un cambio positivo: el 66 por ciento dijo estar dispuesto a modificar sus hábitos para reducirlo, destacando como principales motivaciones el ahorro económico (56 por ciento) y la preocupación por el medio ambiente (20 por ciento).
Ante los desafíos que plantea el desperdicio de alimentos durante las festividades, los mexicanos ya han comenzado a adoptar varias prácticas que contribuyen a mitigar esta problemática: el 77 por ciento de los mexicanos aprovecha los sobrantes en los días posteriores a las celebraciones, consolidando el “recalentado” y el popular “itacate” como una tradición que prolonga el disfrute de las reuniones familiares y ayuda a evitar el desperdicio.
Aunque el 60 por ciento de los participantes afirmó que menos del cinco por ciento de los alimentos comprados termina desperdiciado, y 20 por ciento señaló que es entre el cinco y el 10 por ciento, el impacto colectivo es significativo.
La encuesta destacó, además, la responsabilidad compartida entre consumidores y empresas. Un 50 por ciento de los encuestados consideró que las empresas de alimentos y supermercados deben asumir un papel activo en la gestión de excedentes y donación durante estas festividades, reflejando un llamado urgente a políticas y prácticas más responsables en el sector.
“Esta creciente conciencia sobre la importancia de aprovechar los recursos se refleja en las respuestas de los participantes, quienes, en su mayoría, consideran que las iniciativas orientadas al ahorro y la sostenibilidad pueden ser altamente beneficiosas. Cerca del 60 por ciento de los encuestados ve con buenos ojos la venta de alimentos imperfectos a precios reducidos, lo que indica un interés por reducir el desperdicio mientras se optimizan los recursos disponibles”, señaló Cheaf.
Por otro lado, el 50 por ciento de los participantes consideró útil donar alimentos, una práctica que también fomenta la solidaridad; mientras que 48 por ciento de los encuestados destacó el valor de las aplicaciones y herramientas de planificación, mostrando un interés por soluciones tecnológicas que faciliten el aprovechamiento de los excedentes y contribuyan a un consumo más responsable y consciente.
Estas actitudes sugieren una mayor disposición de los mexicanos a adoptar prácticas que, además de ser sostenibles, permitan generar ahorros tanto en el hogar como en los establecimientos comerciales, mientras se promueve el bienestar colectivo.
Recomendaciones para combatir el desperdicio
Cheaf invitó a los mexicanos a vivir una Navidad más consciente, donde la solidaridad y la sostenibilidad sean los principales ingredientes de las festividades, por lo que realizó una serie de recomendaciones para mitigar el impacto del desperdicio alimentario en esta temporada:
- Planificación inteligente: Antes de comprar, haga una lista de asistentes para calcular las porciones reales. Haga también una lista de ingredientes antes de comprar y revise lo que ya tiene en casa.
- Aproveche los sobrantes: El recalentado no solo es una tradición deliciosa, sino también una forma práctica de evitar el desperdicio. Nada como una segunda vuelta.
- Done lo que no consumirá: Considere compartir los excedentes con personas en necesidad, a través de organizaciones especializadas o directamente en su comunidad. Diga “sí” al “itacate navideño”.
- Recetas de aprovechamiento: Con un poco de creatividad, se pueden crear recetas y platillos en los que se aprovechen al máximo todos los alimentos e ingredientes. Cheaf proporcionó un recetario navideño en el que podrá encontrar ideas de bebidas, platillos, postres y guarniciones sin desperdicio.
- Invierta en conservación: Conozca cómo almacenar correctamente los alimentos para prolongar su frescura y haga un inventario periódico de estos alimentos para evitar que se queden olvidados.
- Apoye iniciativas de rescate: Busque establecimientos locales que ofrezcan alimentos imperfectos a precios reducidos y apoye a negocios que implementan prácticas responsables, como el rescate de alimentos. Rescate el pan o postre para la cena si la cocina no es lo suyo.
“Con el esfuerzo conjunto de consumidores, empresas y gobiernos e incorporando prácticas más responsables en nuestras tradiciones, podemos contribuir a generar un impacto positivo para las generaciones futuras mientras disfrutamos de estas fechas especiales”, concluyó Durand.
LP