Para los comerciantes del tianguis de San Juan Bosco de la ciudad de León que se instala todos los domingos, el cambio de color del semáforo estatal a naranja sin alerta representa una esperanza, pues se las han tenido que ingeniar para seguir vendiendo.
Algunos que vendían uniforme y calzado escolar ya cambiaron el giro desde hace meses, pues ya no pudieron sacaron la mercancía y ahora se dedican a la venta de ropa de segundo uso.
A los comerciantes que venden frutas y verduras tampoco les ha favorecido la situación pese a que se trata de alimentos, pues aseguraron que la gente va al tianguis, pero no compran.
Dijeron que el cambio del semáforo estatal podría implicar que muchos lugares abran y por ende que la gente tenga trabajo, pues de lo contrario sus ventas no van a mejorar.