Un grupo de personas colocó un altar para Ingrid Escamilla al exterior del edificio 258 de la calle Tamagno, en la colonia Vallejo, donde vivió y fue asesinada el pasado 9 de febrero presuntamente por su pareja.
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Con desconcierto y profunda tristeza, transeúntes y automovilistas se detienen a observar el altar. “Era muy bonita, vine porque pasé al mercado; vivo cerca y me da escalofrío pensar los momentos tan terribles que vivió, ¡que en paz descanse!”, comentó Julia, vecina de la colonia Vallejo, en la Gustavo A. Madero.
En la puerta hay un moño negro como señal de luto.
Una manta grande con la foto de Ingrid Escamilla sonriente encabeza el altar, mientras que veladoras y flores de muchos colores la acompañan.
Niños y mujeres se acercan a colocar ofrendas en honor a la mujer.
“Yo la vi muchas veces, por la noche, tarde-noche salía a pasear a sus perritos; era muy bonita y llamaba mucho la atención”, dijo otra mujer.
Sobre la pared hay dos pliegos de papel para que quienes visiten el altar, dejen una frase para Ingrid.
“Preciosa descansa ya, estoy aquí con mi hija de 8 años y venimos para honrarte, pero sobre todo para que ella sepa de los peligros y no le pase nada, que a nadie más le vuelva a pasar. Justicia para ti”, se lee en una de las esquinas el espacio destinado a frases.
VJCM
