En los últimos cuatro años, los casos de feminicidios registraron un incremento de 137 por ciento en el país; mientras, en la entidad se registraron 79 durante el año 2019 y a lo largo de este año se tienen contabilizados 20. Ante la violencia contra las mujeres en el país y en estados como Puebla, se requiere una agenda de transformación para abatir la impunidad en la violencia de género, expresó el rector de la Universidad Iberoamericana Puebla, Mario Ernesto Patrón Sánchez.
Resaltó que el problema de la violencia está ligado a la impunidad sistémica que agravia a las mujeres de forma diferenciada, por ello, se requieren políticas diversificadas para que mejoren las instituciones.
“Las estrategias de las instituciones públicas no están funcionando. En la sociedad, en su conjunto, podemos avanzar en las masculinidades y en el trabajo contra de una cultura androcéntrica. Ahora, si la institucionalidad pública no camina alrededor de esos esfuerzos, vamos a tener los mimos índices de tasas de impunidad, 99 por ciento”, expresó.
Después de que en las instalaciones de la Ibero Puebla estudiantes, docentes y directivos realizaron el pase de lista y dedicaron un minuto de silencio por las mujeres que fallecieron a consecuencia de la violencia de género, Patrón Sánchez lamentó que se presenten casos como el de Ingrid Escamilla, joven originaria de la Sierra Norte de Puebla que fue asesinada el pasado 9 de febrero en la Ciudad de México; o el de Fátima, una niña de siete años, cuyo cuerpo fue encontrado en la colonia Los Reyes en la alcaldía de Tláhuac.
“Han hablado las mujeres, me parece que eso es fundamental; han hablado los hechos de violencia por sí solos. Todavía estamos debatiendo con el caso más reciente, el de una niña de siete años, Fátima, y el caso estruendoso de Ingrid que es víctima de feminicidio. Pero no bastando lo que sucedió, Ingrid es víctima de un ataque a su vida privada, a la imagen propia y a la dignidad humana a partir de la difusión de una serie de imágenes que denostan su historia”, explicó.
Rosario Arrambide González, directora del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría de la Ibero Puebla, explicó que las cifras demuestras que los feminicidios mantienen una tendencia de crecimiento desde el año 2015.
De acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el 2015, se reportaron 411 feminicidios en el país; para el 2016, hubo un aumento a 602 feminicidios; en 2017, 741 feminicidios; en 2018, 891 feminicidios; y el año anterior, 2019, se cerró con 976 feminicidios, lo que equivale a un feminicidio cada 2.6 días, explicó la investigadora de la Ibero.
“Estamos viendo la forma en que la violencia feminicida va al alza, no existe una erradicación de violencia hacia las mujeres y la forma en que las medidas que se han adoptado desde las distintas entidades federativas que cuentan con la alerta de género y como la política de prevención de la violencia no ha sido eficiente ni adecuada”, apuntó.
Ante la situación que enfrentan las mujeres en Puebla, la Secretaría de Gobernación (Segob) a través de Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) declaró el 8 abril de 2019, la Alerta de Violencia de Género en 50 municipios del estado por los delitos de feminicidio, desaparición, trata y violencia sexual.
En su momento, Galilea Cariño Cepeda, responsable del Área Prevención de Violencia de la Universidad Iberoamericana Puebla, explicó que tras la declaratoria de la Alerta de Violencia de Género en Puebla se presentan algunos avances; sin embargo, prevalece la violencia contra las mujeres sin importar condición social.
“Los casos se han mantenido pese a la alerta de violencia género. Siguen los casos de violencia familiar. Lo más preocupante es iniciar este año, durante enero, con 20 casos de feminicidios, cifra similar a los registrados en enero de 2019. Esto nos indica que hay que redoblar esfuerzos por atacar las causas que se originan en muchos casos”, apuntó.
El rector de la Ibero Puebla, Mario Ernesto Patrón Sánchez, explicó que existe una deuda histórica y social, no solo del poder público, sino de la sociedad en su conjunto con las mujeres; y agregó que uno de los factores que influye en la violencia es la formación en una cultura androcéntrica.
“De alguna manera, todos, de manera consciente o inconsciente, somos reproductores de una violencia de género".
mpl