Bajo un estricto protocolo sanitario, la Iglesia Católica en Nuevo León volverá a retomar paulatinamente el ritmo de sus actividades presenciales, sin tener aún una fecha definida.
El arzobispo Rogelio Cabrera López, en su tradicional mensaje dominical, informó que ya están preparándose en caso de que las autoridades indiquen la reapertura de las actividades eclesiásticas, por ello han desarrollado un protocolo centrado en siete ejes y cinco principios básicos de higiene.
“La pandemia no ha sido superada, por lo que es necesario que no echemos por la borda todo este tiempo de confinamiento.
“El trabajo que estamos realizando para volver a reunirnos está muy avanzado, el lema que guiará nuestro regreso a la vida pastoral y litúrgica de nuestra Arquidiócesis será: Vivamos lo Nuevo, vivir lo nuevo es estar abiertos a la acción de Dios en nuestras vidas, disponiendo nuestro corazón a nuevas experiencias”, expresó el arzobispo.
Los siete ejes del protocolo sanitario van desde el cuidado de la vida y de la salud, el respeto a las indicaciones de las autoridades de salud y la búsqueda del bien común.
Además del discernimiento comunitario de la toma de decisiones, la caridad pastoral y la sana administración del tiempo y recursos
Aunado al seguimiento y evaluación de la mejora continua en el retorno a las actividades pastorales.
Mientras que las normas básicas son el respetar el porcentaje de aforo permitido en los lugares de reunión establecidos, conservar la sana distancia, mantener la limpieza y sanitización de los espacios, uso obligatorio de cubrebocas y atender con amabilidad a las personas.
También se dictaminó que cuando los eventos religiosos vuelvan a abrirse al público, como medida adicional la comunión se dará directamente en la mano.