Érika Vera es una heroína sin capa. Sin dudarlo, el sábado pasado se encargó de rescatar a dos personas de un incendio propagado en las dos plantas de en una casa del Centro Histórico de Guadalajara.
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Los gritos de uno de los hombres atrapados en el fuego fueron lo que alertaron a la mujer. "Empecé a escuchar que gritaba el señor de arriba ‘¡ayúdame, por favor, ayúdame, por favor!’, entonces, yo no supe cómo, corrí de arriba para abajo a abrir la puerta y empecé a sacar baldes de agua para apagar la parte de abajo, la de la ventana", narró.
Érika no lo pensó ni un segundo: entró a la finca en llamas para salvar a sus vecinos, que desesperadamente pedían auxilio. Los demás habitantes de las calles Garibaldi y Venustiano Carranza colaboraron con baldes de agua para contener el siniestro.
"Cuando ya me asomé, veo a un señor, su pareja estaba desvanecida en el balcón y perdida, y la otra señora se aventó, cuando se aventó la señora yo me desesperé más, pusieron una escalera y me subí y lo bajé al señor porque yo ya lo veía todo negrito del humo", contó la mujer.
Erika Rubí tiene tres hijos y una nieta, actualmente es desempleada, pero vivió para contar este rescate que hizo de las personas que se encontraban al interior de la casa en llamas. Se dijo agradecida con Dios porque el suceso no pasó a mayores. Los habitantes de la finca siniestrada resultaron con quemaduras y lesiones, incluyendo una fractura en el brazo de la mujer que se lanzó desde el segundo piso para escapar del fuego.
Cabe mencionar que Érika busca trabajo, y es posible apoyarla comunicándose al número 33-26-35-64-08.
JMH
