El Ejército y la Policía se pusieron del lado del pueblo boliviano para exigir la salida del presidente Evo Morales y dar paso a la democracia, consideró Adrián David Navarro Tamayo, boliviano radicado en Monterrey, autor del libro Entre la gloria y la decadencia: Bolivia y el populismo.
"Quiero felicitar no solo a mi gente, sino a la Policía y al Ejército, por ponerse del lado del pueblo y no defender a un partido político, independientemente de cuál sea. Es lo que manda la Constitución y tanto la Policía como el Ejército se pusieron del lado del pueblo y del lado correcto de la historia e hicieron cumplir lo que manda la Constitución, que es defender al pueblo", destacó.
El también estudiante de Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey expresó que la situación que derivó en la salida de Evo Morales del poder la provocó él mismo, al momento de desconocer el voto popular el 21 de febrero, que se opuso a las reformas constitucionales para permitir su reelección; además de cometer fraude en los pasados comicios presidenciales, según lo documentó la Organización de los Estados Americanos (OEA).
No obstante, Navarro Tamayo precisó que un Golpe de Estado como tal es cuando una persona busca apoderarse del poder, y en este caso fue el pueblo el que demandó la salida de Evo Morales, para transitar por una vía realmente democrática.
"El poder es del pueblo y primero queremos recuperar la democracia sin partidos políticos.
"No había golpe de estado ni militar, ni policial, ni de la oposición. Lo primero que queríamos era recuperar el país, recuperar la democracia y la institucionalidad que todo este tiempo se ha ido perdiendo", sostuvo.
Mencionó que el pueblo está llamando a que en las próximas elecciones haya caras nuevas, "no queremos a políticos del pasado. Que sea un momento de nuevo para tener a esta Bolivia".
Navarro Tamayo comentó que le tocó ver desde lejos este movimiento, ya que desde hace cuatro años radica en Monterrey, sin embargo, eso no impidió que lo viviera "de una forma emotiva".
"No hay forma de describir este sentimiento, ya que fue un momento de unidad para todo el país, que después de mucho tiempo se vio cómo oriente y occidente se juntaron, y la verdad deja muchas dudas de lo que vaya a pasar todavía, pero es un buen camino para Bolivia y para toda Latinoamérica".
Recalcó que esto debe servir de ejemplo para otros países de Latinoamérica, y los pueblos liberen a Venezuela y Nicaragua.
"Que realmente entiendan que la historia se escribe en las calles con su gente y no a través de una pantalla y con hashtag".
