Lidiar con las altas temperaturas no es nada fácil y menos si se trabaja al aire libre.
Don Memo y su hijo Rodrigo, han trabajado por años en la construcción y aunque están impuestos a trabajar en todo tipo de clima, aseguraron que no pueden confiarse de las jornadas de intenso calor porque se pueden deshidratar.
“Somos de Pachuca, Hidalgo, pero ya tenemos bastantito tiempo que venimos a trabajar a Monterrey y pues sí, una locura este calorón, pero fíjate que ya estamos impuestos porque hace muy seguido este calorón, aunque ahora son muchos días seguidos.
“Pues no hay de otra más que chambearle, no podemos poner como excusa el calor porque luego nos quedamos sin dinero para comer, entonces ni modo, a tomar bastante agua, natural, de la llave, de limón o de naranja, de lo que sea es bueno mi amigo”, señaló Don Memo Trejo, quien trabajaba en un domicilio de la calle Aramberri, en el centro de Monterrey.
El refrán dice que "al que madrugada, Dios lo ayuda", pero en este caso, el que comienza a trabajar temprano, se asolea menos, por lo que Don Memo y Rodrigo deciden en días calurosos empezar a trabajar más temprano para hacer una pausa a mediodía y no estar expuestos a los intensos rayos del sol.
“Oye pues mira en estos días le cambiamos un poquito el horario, en lugar de empezar a las ocho de la mañana, tratamos de empezar antes de las siete y así uno ya le gana un rato al sol y todavía se alcanza a sentir un poco el fresco.
“Si le hacemos así pues ya para mediodía vas avanzado y ya nos podemos ir a dar la vuelta al super o al oxxo que tienen clima y pues ahí nos quedamos a echarnos un taco y un refresco para volver a agarrar pila y acabar la jornada”, relató Rodrigo, hijo de Don Nemo.
Por otro lado, también hay trabajadores de la construcción que de plano no tienen dónde resguardarse como los trabajadores que construyen el monorriel sobre la avenida Constitución, quienes se les observó con todo el rostro cubierto y casco, para resguardarse de los rayos del sol.
grt