“Al área covid-19 cuando uno entra prácticamente el pasillo se ve solo, se ve triste y humanamente sientes miedo”, dijo Edwin, quien junto a Víctor y José Luis, son sacerdotes que cambiaron la sotana por goggles, caretas, guantes, mascarillas N95, y dobles botas; para acompañar espiritualmente a enfermos de coronavirus y sus familias durante la contingencia sanitaria.
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Luego de culminar con su capacitación; desde el viernes pasado los párrocos visitaron el área de pacientes con coronavirus dentro del Hospital General de Occidente Zoquipan. Ahí dio inicio su primera misión y a la fecha han acompañado a 21 enfermos por este virus.
“El viernes pasado atendimos a nueve familiares de diversos pacientes que estuvieron ahí internados en el hospital también atendimos a 21 enfermos que estaban hospitalizados algunos de ellos estaban entubados y por lo tanto solo les administramos el sacramento de la Unción de los enfermos y a los que se encontraban conscientes y el domingo les administramos el sacramento de la Unción, de la confesión”, detalló el padre José Luis.
Su jornada inicia a las 10 de la mañana y culmina a las 5 de la tarde. De momento, los sacerdotes estarán visitando el Hospital Civil Nuevo, el nosocomio de Zoquipan y próximamente la clínica número 46 del IMSS.
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Estar más de seis horas diarias en estos pasillos dialogando con las familias de los enfermos o incluso con los pacientes, se ha convertido en una experiencia de amor y fe, pero sobre todo de esperanza, sin embargo, también existe el miedo y riesgo de salir contagia
“Sensaciones son muchas porque cuando nos regresamos vienes contento por lo que pudiste dar a los que estaban ahí pero también vienes como preocupado de no traerse el virus. Vienes más contento que preocupado porque sabes que dejaste algo ahí en los corazones de esas personas. Y es bañarnos y estar ahí hasta otro día”, dijo el padre Víctor.
Así concluyen su jornada. Regresan a casa con la sensación de haber ayudado a otros. Se bañan, duermen y repiten la misma acción al día siguiente.
Dentro de 15 días serán relevados por seis sacerdotes quienes también se capacitaron para prestar este servicio. Una vez culminada la emergencia sanitaria cumplirán su cuarentena; después esperan retomar sus vidas al igual que todos.
MC
