Encargados de diferentes funerarias de Ciudad de México afirmaron que los hornos crematorios de la capital del país “están saturados” por los muertos de covid-19 y que la cremación de un cuerpo espera su turno hasta más de 24 horas o bien son enviados al Estado de México.
“Todo está saturado, no hay horarios para cremar. En general todas las funerarias llevamos un desfase de uno, dos o hasta tres días, porque los horarios ya están saturados”, aseveró Javier Rodríguez, de Funerales Juárez, aledaño al Hospital Juárez de México.
“Tenemos la necesidad de ir a cremar más lejos: Acolman, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec y Tultitlán, porque aquí los hornos de CdMx, públicos y privados, están saturados”.
Una de las instalaciones con mayor demanda es el ubicada en Palo Alto, Cuajimalpa, cuyos dos hornos operan las 24 horas y en esta emergencia se realizan hasta 40 servicios.
En entrevista el coordinador de Panteones en Cuajimalpa, Raúl Peñaloza, aceptó que Palo Alto está operando en su máxima capacidad. “Estamos saturados, por qué, porque ellos (juzgados y funerarias) no se programan, sacan su orden de cremación e inmediatamente vienen aquí”.
Al respecto se buscó una posición de la Consejería Jurídica del CdMx, pero declinó dar una versión de los hechos.
En las funerarias sostienen que el servicio avanza lento y aunado a ello, los hornos requieren de mantenimiento y refacciones.
MILENIO visitó Palo Alto y constató la operación, así como el humo negro que sale por las chimeneas, lo que genera molestia y quejas vecinales, por lo que instalaron filtros.
Al respecto, los trabajadores indicaron que los cadáveres vienen en bolsas negras y al meterlos lanzan humo negro por 10 minutos, pero después se normaliza el servicio, a pesar de que laboran a marchas forzadas.
