Ante la grave problemática que se ha presentado en torno al abasto de agua en diversas partes del país, donde incluso la población ha padecido la escasez para cubrir las necesidades básicas, es necesario generar un análisis sobre la situación de Jalisco, ya que en algunos estados del norte del país la falta de este líquido ya genera repercusiones en la población.
Arturo Gleason, académico de la Universidad de Guadalajara y especialista en temas hídricos, señala que la entidad no cuenta con un análisis a profundidad que pueda revelar cuánta agua tiene Jalisco, cuánta se capta de la lluvia, y sobre todo qué uso se le da.
“En Jalisco no se mide prácticamente nada. ¿Y a qué me refiero? ¿Qué es lo que hay que medir? el comportamiento del ciclo del agua, para ser más específico, y el funcionamiento de la infraestructura hidrosanitaria, también llamado sistema hidrosanitario urbano; la dimensión del ciclo del agua es lluvia, la lluvia que cae al suelo se infiltra, se mide la infiltración, se mide lo que se aloja esa lluvia en el suelo, se llama acuíferos, lo que va por las calles, lo que va por los ríos, se mide lo que se evaporó, el ciclo del agua es el principal factor para dotar de agua a los seres humanos, y no se mide”, explica el académico.
A pesar de que Jalisco cuenta con una importante extensión litoral, el suministro de agua no está garantizado por un tiempo prolongado, lo cual genera incertidumbre incluso en el sector agroalimentario, donde hay preocupación por este tema, según Roberto de Alba, presidente del Consejo Agroalimentario de Jalisco.
Al comentar sobre la falta de agua en Nuevo León, el dirigente considera que “es un llamado de atención, es un semáforo amarillo que tenemos que atender; sobre todo en las regiones donde hay un alto consumo de agua en cultivos que demandan mucho proceso hídrico. Necesitamos hacer una planeación estratégica en la siembra y en el uso racional de los recursos hidráulicos, y sobre todo prever todo esto que está sucediendo en otras entidades”.
Otro de los factores cruciales en el tema del abasto del agua está ligado al cambio climático, ya que, como parte de los resultados de análisis en torno a este tema y tomando en cuenta los pronósticos que han realizado académicos de diversas instituciones, los cuales abarcan desde el 2000 hasta 2099, se prevé una disminución significativa en las lluvias anuales, principalmente en la región de Los Altos de Jalisco.
Ante esto la situación del abasto de agua es un tema que requiere un análisis a fondo.
El ex titular del Instituto Metropolitano de Planeación, Mario Silva, reconoció que uno de los factores de mayor relevancia para el abasto de agua en las ciudades, sin duda es el aprovechamiento del agua de lluvia, por lo que destacó el programa denominado Nidos de Lluvia, impulsado por el gobierno estatal.
“Los Nidos de Lluvia ayudan al aprovechamiento del temporal, sobre todo en las zonas altas de la ciudad, donde incluso hay poca infraestructura. Es por eso que se debe apostar a este tipo de herramientas”, según el ahora ex funcionario, quien irá a ocupar un cargo en el gobierno de Nuevo León.
Durante el temporal actual la situación de las presas en Jalisco ha generado un abasto importante en cada una de ellas, donde en general el porcentaje de su capacidad se mantiene por arriba del 70 por ciento.
En lo referente al lago de Chapala, en la actualidad presenta un almacenamiento de casi el 62 por ciento de su capacidad, mientras que el año pasado en el mismo lapso tenía un almacenamiento de 48.29 por ciento
SRN