El arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes, desmintió que la Catedral Metropolitana haya sido tomada por las Fuerzas Armadas, luego de que en el Centro Histórico fueran colocadas vallas para controlar el acceso al Zócalo de la Ciudad de México.
En un mensaje en redes sociales, el arzobispo escribió, sin embargo, que "faltó la comunicación correcta con ellas (las autoridades federales) para implementar los protocolos previos a los actos de las fiestas patrias".
Ante ello manifestó su deseo de que exista "una comunicación constante y cordial con las autoridades, para que cada una de las partes pueda desarrollar de la mejor forma las actividades que le correspondan".
Aclaro que no existe ninguna toma de la Catedral Metropolitana de parte de las autoridades federales, sin embargo sí faltó la comunicación correcta con ellas para implementar los protocolos previos a los actos de las Fiestas Patrias.
— Carlos Aguiar Retes (@ArzobispoAguiar) September 14, 2020
Ayer, la Catedral Metropolitana de la Arquidócesis de México publicó en Twitter que "el Ejército tomó la Plaza de la Constitución y por esta razón fue difícil para quienes deseaban participar en la Eucaristía entrar a la Catedral Metropolitana".
Solamente deseo informar a todos los fieles que el Ejército tomó la Plaza de la Constitución y por esta razón fue difícil para quienes deseaban participar en la Eucaristía entrar a la Catedral Metropolitana.
— Catedral Metropolitana de la Arquidiócesis de Mx (@Catedral_CdMx) September 14, 2020
Creo que los demás días tendremos los mismos problemas.
Asimismo lamentó que no se hayan tenido "noticias claras de parte de la autoridad federal y de la Ciudad de México para tomar las providencias necesarias e informar convenientemente a la feligresía".
"Oremos para que el Señor nos dé la paz tan necesaria en estos tiempos. ¡Dios les bendiga!", manifestó.
Al respecto, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) explicó que el operativo en algunas calles del primer cuadro del Centro Histórico durante este fin de semana es parte del protocolo de seguridad implementado cada año con motivo de las fiestas patrias, y que fue reforzado en esta ocasión para evitar la propagación del covid-19 entre quienes aún sabiendo que no se permitirán concentraciones para el Grito de Independencia y el desfile militar, pretenden llegar hasta la plancha del Zócalo.
