El desabasto de medicamentos para atender a 230 pacientes con cáncer ya afecta también al Banco Tapitas, pues se ha duplicado el tiempo de llegada de las medicinas, a pesar de contar con distribuidores privados que están en espera de la importación de medicamentos para dividirlos a diferentes asociaciones.
Así lo confirmó Edgar Adrián Cabrera Meneses, presidente de Banco Tapitas, organización que recolecta y recicla tapas de plástico para así generar recursos económicos para apoyar a menores con cáncer. Ahora se ha visto afectada desde hace tres años y medio por falta de medicamentos como metotrexato, citarabina, vincristina, leunase y etopósido, tratamientos esenciales para las quimioterapias de los menores con cáncer.

Conforme incrementa el desabasto de medicamentos oncológicos, las distribuidoras farmacéuticas aumentan el precio de las medicinas entre 20 y 35 por ciento, como es el caso de mercaptopurina que antes del desabasto tenía un costo entre mil 500 y mil 700 la dosis y actualmente oscila entre dos mil 100 y dos mil 200 pesos.
“Ellos nos explican que es por un tema de desabasto, está muy solicitado, deben buscar el medicamento y eso eleva sus costos” afirmó el presidente de Banco Tapitas.
Global Pharma, Laboratorios de Monterrey, Lebhaft, Benito Alejandro Garza Treviño y Proveedora Médica Monterrey son los cinco proveedores que brindan diferentes medicamentos oncológicos a Banco Tapitas, sin embargo, la asociación no sólo tiene el desabasto de medicamentos, sino también de equipo médico, como es el caso de agujas para catéter.
Incluso, por el desabasto que sufren la asociación y sus proveedores, han tenido que recurrir a farmacias más pequeñas, y si no encuentran el medicamento, negocian con los padres de familia de niños con cáncer para adquirirlos y reponérselos cuando reciban mas lote de los distribuidores.
“Si no hay, tenemos redes de contacto de grupos de WhatsApp con los papás de nuestros pacientes, les somos muy honestos: 'Oigan, a ver, necesitamos este medicamento para tal paciente que lo necesita. ¿hay alguien ahorita quien lo tenga disponible y le reponemos la dosis?' Y listo, los papás que son los primeros que están en el día de batalla, son los primeros en decir: yo tengo aquí una dosis, una caja, te la doy. Y ya después se la reponemos”.

El director explicó que, por la desesperación ante la falta de medicamentos, familiares adquieren ciertas dosis en lugares inseguros, como es el caso del mercado negro.
“Lamentablemente, también eso hay, y nosotros no lo fomentamos, pero de pronto hay papás que, pues no saben y ahí mismo personas en el hospital o cercanas a dicen: 'Oye, ¿cuánto tal medicamento? Tengo una dosis, te la vendo en X cantidad', y les cobran hasta el doble a los papás. Son personas que, sin escrúpulos, hacen este tipo de actividades ante la necesidad y desesperación de la gente” mencionó.
Pese a la situación que presenta Banco Tapitas, se descarta la posibilidad de un posible cierre definitivo como asociación y de un límite para recibir a pacientes.
Banco Tapitas y otras instituciones afines de la Ciudad de México no se ponen más exigentes por la seguridad de sus pacientes y porque existen instituciones hermanas que tienen terrenos o instalaciones en comodato en la capital.
“Te puedo decir así casos que lamentablemente no puedo decir quienes, pero de directivos que nos dicen oye mira sabemos que está ojete el tema, pero no podemos meternos más nosotros porque imagínate que perdamos este patrimonio que tenemos para nuestros pacientes” aseguró.
Afirmó que ninguna institución gubernamental se ha puesto directamente en contacto con ellos y que, pese a marchas en Ciudad de México, la prioridad es conseguir el medicamento.
Finalizó comentando la importancia de apoyar donando tapitas de plástico, ya que éstas son llevadas a grupo AlEn del Norte, donde los recicladores pagan por toneladas, recordando que una tonelada de tapitas se paga entre 10 y 12 mil pesos, aproximadamente.

EHR