La consternación y el dolor invaden a los vecinos de Cañada Blanca, en el municipio de Guadalupe, Nuevo León, tras lamuerte de Francisca y su hijo de tan solo 8 años.
La comunidad se encuentra indignada y nadie se explica cómo se pudo cometer el atrevimiento de atentar contra la vida de un pequeño inocente.
Familiares de las víctimas, fuera de cámara, dijeron desconocer si el ama de casa de 32 años tenía algún problema serio con alguien.
Su esposo, comentaron, opera una página electrónica dedicada al reparto de alimentos y otros productos en motocicletas. Tampoco saben si él tenía problemas graves.
Tras regresar de una tienda de conveniencia, el pequeño se acababa de bajar de la camioneta junto con sus padres cuando les dispararon, afuera de su casa, en la calle Concepción del Oro casi esquina con Noria de los Ángeles, en la colonia Cañada Blanca, de Guadalupe.
Su papá logró resguardarse. Él y su mamá fueron llevados a la Cruz Verde de Fuentes de San Miguel, pero llegaron sin vida.
El luto regresó una vez más a la familia, pues apenas en julio pasado, en la misma colonia, una cuñada de Francisca, y hermana de su esposo, fue asesinada de la misma manera.
nrm