El Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire (OCCA) dio a conocer que la planta termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Tula, Hidalgo, constituye la principal fuente de emisiones de bióxido de azufre y de partículas finas (PM2.5) que afectan la salud de los 20 millones de habitantes de la zona metropolitana de la Ciudad de México.
Ante ello hizo un un llamado a la Secretaría de Energía y a la CFE a reducir por complete el uso de combustóleo y que opere al cien por ciento con gas natural.
“La refinería y la termoeléctrica emiten 33 veces más dióxido de azufre (SO2) que todo el Valle de México. Ambas plantas están señaladas como las más contaminantes del país, y la generadora de electricidad ocupa el segundo lugar entre las 500 empresas emisoras de SO2 que operan en México, Canadá y Estados Unidos”, señalaron integrantes del OCCA en conferencia de prensa.
Stephan Brozdiak, integrante de la organización El Poder del Consumidor, destacó que si logran que la planta termoeléctrica utilice solamente gas como combustible y deje de usar combustóleo, se reducirán las enfermedades respiratorias y la mortalidad prematura en la zona metropolitana.
“El material particulado se va hacia los alvéolos pulmonares, es tan pequeño que pasa al torrente sanguíneo y el bióxido de azufre, agrava enfermedades pulmonares”, detalló
De acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc), sólo en 2016 – las cifras más recientes que se tienen en la materia– murieron prematuramente en México más de 44 mil personas por exposición a la contaminación del aire.
Adrián Fernández, de Iniciativa Climática de México, resaltó que las emisiones de la planta termoeléctrica de Tula son mucho más altas que las fuentes locales de contaminación.
Además de que la mitad de los impactos en las concentraciones de SO2 en la ZMVM proveían de la planta termoeléctrica de Tula, debido a los vientos.