Un grupo de custodias entró a dos celdas del dormitorio 11, del área de maternidad en los pasillos A1 y B1 del Centro Penitenciario Femenil "Santiaguito", ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez, en el Estado de México, para golpear a seis mujeres presas y sus hijos pequeños.
“Fueron sacadas de su estancia por parte del personal de custodia de forma violenta, esposadas, bañadas con agua fría y rociadas por gas; fueron golpeadas brutalmente y torturadas hasta perder el conocimiento en un lugar llamado 'esclusa'. Todo ello en presencia de sus hijos menores internos. Fueron amenazadas de muerte si denunciaban los hechos.
“Otras internas se encuentran aisladas en un área denominada 'apando' están seriamente lesionadas e incomunicadas sin que hasta el momento hayan sido llevadas a valoración y atención médica; algunos menores hijos de las internas fueron golpeados y obligados a presenciar la golpiza que les propinaron a sus madres”, se relata en la queja interpuesta ante la Comisión de Derechos Humanos de la entidad.
La violencia y la humillación no terminó ahí. Un segundo ataque tuvo lugar a media noche de ese mismo lunes, en el que las internas fueron golpeadas con sus bebés en brazos y una de ellas recuerda que un mando masculino orinó sobre ella mientras la amenazaba.
“Acuso oficial y directamente a la licenciada Olga Viveros Bravo de haberme golpeado brutalmente junto con todo el personal, comandante José Luis Mondragón, licenciada Nora y todo el turno de ayer nos golpearon por dos horas, estoy extremadamente golpeada no me puedo ni mover y lo peor es que lo hicieron frente a mi menor que está ahorita con un trauma porque no lo puede superar y por favor deseo que me ayuden”.
La imagen de Roxana llorando, sus ojos morados, mientras abraza a su bebé fue difundida en redes sociales como evidencia del trato que solían dar las autoridades y custodias en este centro penitenciario.
Rubí quien dice haber soportado la humillación del Comandante Mondragón explica a MILENIO que “me golpearon a más no poder, me gasearon, me bañaron con agua fría, me torturaron demasiado y me amenazaron que si yo decía algo le iban a hacer algo mi menor y la verdad pues yo tengo miedo”
Entre cuatro y seis internas fueron golpeadas junto con sus tres hijos una cuarta recientemente habría entrega a su menor a sus familiares y dos reclusas más se encuentran en el apando, lesionadas e incomunicadas
La violencia, extorsión y humillaciones fue el ambiente que prevaleció durante los últimos dos años en este Centro Penitenciario, tras las agresiones del lunes, el martes correspondió agresiones y torturas en la sección varonil del penal, “hasta acá se escuchan sus gritos”, dice una de las denunciantes y cuentan que al menos 14 hombres se encuentran encerrados a pan y sombra en una celda desde hace 11 meses por órdenes de la directora Olga Viveros, “hasta que queden secos van a salir” era la frase favorita de la funcionaria.
Secretaría de seguridad estatal destituyó a esta servidora pública y en su lugar nombró como encargado a Miguel Ángel Correa, a quien le correspondió apagar un fuego similar en el penal Neza Bordo en 20017 cuando su director fue removido por acusaciones de extorsión.
La SSP del estado de México informó haber interpuesto una denuncia ante la fiscalía estatal, pero desestimó los hechos al señalar que ninguna de las mujeres había ameritado ser trasladada a enfermería, además acusó que una interna se negó a ser revisada por lo que agredió verbal y físicamente a una custodia lo que provocó una riña que requirió el uso de la fuerza por lo que se requirió de apoyo de elementos del Grupo Táctico.
Hasta el momento se desconoce cuál es el estado de salud de las reclusas que se encuentran en lo que se conoce como el apando. Las agredidas Anayeli Benítez Báez, María Lucero Ortega Rubí, Rosa Rojas Ruiz y Roxana Itzel López Gómez han decidido romper el silencio porque durante los últimos años, la ahora ex directora del penal las agredió y humilló a tal grado que dicen no tener ya nada qué perder.
bgpa
