Policía

Cómo la aparición de Los Zetas cambió el mapa criminal de México

Parte 4: La escalada de violencia en el país

Los Zetas introdujeron tácticas militares, extrema violencia y una fragmentación del mapa criminal que aún persiste

En la actualidad, la violencia criminal en México se caracteriza por una crueldad extrema, disputas fragmentadas y la constante aparición de nuevos grupos armados. 

Decapitaciones, masacres masivas, cobro de piso a civiles y ataques directos a autoridades se han vuelto parte del paisaje criminal. Este escenario no surgió de la nada.

En entregas anteriores, MILENIO explicó algunos puntos claves en el origen del narcotráfico y los cárteles de drogas en México. Entre ellos destaca la producción de amapola y la consolidación del Cártel de Guadalajara.

Otro hecho clave en la historia del narcotráfico en México fue la irrupción de Los Zetas, quienes llegaron a introducir la lógica de guerra total y modificar las reglas en las que los grupos criminales operaban.

El nacimiento de Los Zetas

La historia de Los Zetas comenzó a finales de los años noventa, cuando el Cártel del Golfo (CDG), entonces uno de los grupos criminales más poderosos del país, decidió reforzar su estructura operativa ante el avance de organizaciones rivales. 

Para ello, Osiel Cárdenas Guillén, líder de la organización criminal, reclutó a un grupo de exmilitares de élite, en su mayoría desertores del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) del Ejército Mexicano.

Los primeros miembros fueron entrenados en tácticas de combate, contrainsurgencia, inteligencia y manejo de armamento de alto poder, convirtiéndose en escoltas, sicario y el brazo operativo del CDG.

El destino de Los Zetas cambió el 14 de marzo de 2003, cuando elementos de las fuerzas federales y de la entonces Procuraduría General de Justicia (PGR)  capturaron a Cárdenas Guillén. Entonces, el grupo criminal aprovechó para independizarse bajo el liderazgo de Heriberto Lazcano Lazcano, alias 'El Lazca'.

Miguel Ángel Treviño Morales (Z40), Osiel Cárdenas Guillén y Heriberto Lazcano Lazcano
De Los Zetas: Miguel Ángel Treviño Morales (Z40), Osiel Cárdenas Guillén y Heriberto Lazcano Lazcano | Especial

El modus operandi que lo cambió todo

La aparición de Los Zetas no solo alteró las alianzas entre cárteles, sino que transformó profundamente la manera en que operaba el crimen organizado en México

Hasta su llegada, las organizaciones criminales mexicanas se concentraban en el tráfico de drogas y, en general, evitaban una exposición pública excesiva. Existían códigos no escritos que limitaban la violencia extrema contra civiles y buscaban mantener un bajo perfil para facilitar el negocio.

Pero Los Zetas rompieron esas reglas. Con una estructura jerárquica inspirada en la lógica militar y una formación en tácticas de combate, impusieron una nueva forma de operar basada en el control del territorio a través del terror.

​En la tesis La política de seguridad pública antidrogas de México frente al surgimiento del Cartel de los Zetas, 2006 - 2012 , el excoordinador del Programa de Seguridad Humana de Naciones Unidas, Julio Raúl Corcuera Portugal, destaca que el entrenamiento recibido por Los Zetas les proveyó de una insignia distintiva frente a las demás organizaciones narcotraficantes:

"Dados sus conocimientos en tácticas antisubversiva francesa, los operativos de Los Zetas fueron los más brutales y psicológicamente impactantes de todo el sistema de organizaciones de tráfico de drogas de México".

A través del uso sistemático de la violencia extrema —decapitaciones, desmembramientos, masacres, ataques a civiles— Los Zetas buscaron enviar un mensaje de dominio absoluto. Esta estrategia del miedo tuvo un efecto multiplicador: desató una espiral de violencia y llevó a otros grupos a adoptar tácticas similares para no quedar en desventaja.

Otro de sus principales rasgos fue la diversificación criminal. No se limitaron al narcotráfico; también se involucraron en secuestro, extorsión, cobro de piso, trata de personas, robo de combustible y control de rutas migrantes. Convirtieron al crimen en un negocio territorial y extractivo, donde cada actividad —desde una tienda hasta una línea de autobuses— era susceptible de ser explotada económicamente.

Los Zetas y el rastro de sangre: hechos que marcaron su brutalidad

A lo largo de su expansión en México y Centroamérica, Los Zetas dejaron una marca de violencia extrema. A diferencia de otros cárteles, no solo usaron el terror como táctica, sino que lo convirtieron en su firma criminal.

"La utilización de tácticas de terror psicosocial empleado por Los Zetas es, tal vez, el método militar más notorio", reconoció Corcuera Portugal.

 Estos son algunos de los episodios más violentos que se les atribuyen:

  • La masacre de San Fernando, en Tamaulipas

El 22 de agosto, Los Zetas secuestraron a migrantes centro y sudamericanos que buscaban llegar a Estados Unidos. Al negarse a trabajar para ellos o no poder pagar extorsión, los asesinaron. Fueron 72 personas, 58 hombres y 14 mujeres.

  • La quema del Casino Royale, en Monterrey, Nuevo León

En 2011, miembros de Los Zetas incendiaron el casino como represalia por supuestas deudas por “cuota”. Murieron 52 personas atrapadas entre las llamas.

  • Ejecuciones públicas en Veracruz

Entre 2011 y 2012, durante su disputa por el control territorial de Veracruz, Los Zetas colocaron cuerpos desmembrados en avenidas principales de la entidad. Buscaban exhibir fuerza y sembrar pánico. Estos hechos marcaron una etapa de extrema violencia en la región.

La caída de Los Zetas

Los Zetas
Los ex líderes más notorios de Los Zetas se encuentran en un proceso legal (Diseño: Rafael Mejía).

Pese a su rápido ascenso, la estructura de Los Zetas contenía desde el inicio las semillas de su propia fragmentación. 

Su modelo basado en el uso extremo de la violencia, la descentralización operativa y la expansión territorial desmedida los hizo temidos, pero también expuestos. 

Entre 2007 y 2015, una serie de golpes estratégicos desarticularon sus cuadros más visibles: capturas, enfrentamientos, extradiciones y muertes de líderes clave como Heriberto Lazcano Lazcano ("El Lazca", abatido en 2012) y Miguel Ángel Treviño Morales ("Z-40", capturado en 2013) debilitaron la estructura general.

Lo que alguna vez fue una organización jerárquica con presencia nacional, se dividió en múltiples facciones locales que mantuvieron el nombre —como el Cártel del Noreste (CDN) o Los Zetas Vieja Escuela— pero ya sin la capacidad de coordinación ni el control de antes.

Sin embargo, su desaparición no significó el fin de su impacto. Por el contrario: gran parte de las técnicas que introdujeron fueron adoptadas y perfeccionadas por otros grupos, especialmente por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

En la próxima entrega, MILENIO explicará cómo grupos criminales que operan en la actualidad continúan replicando gran parte de las acciones que se gestaron en los primeros años del narcotráfico en México.

RMV.

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Rubi Martinez
  • Rubi Martinez
  • Comunicóloga egresada de la UNAM. Editora digital de Táctico Milenio, escribo sobre narcotráfico y seguridad.
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