Un juez federal sentenció a 29 años de prisión a Gerardo Armando Jaime Morales Palomino, El Diablito, quien fue jefe de plaza del cártel de La Familia Michoacana y encargado de la venta de droga en tienditas de Morelia, Michoacán, así como de extorsionar y secuestrar.
La Fiscalía General de la República (FGR), a través de la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), lo acusó de los delitos de delincuencia organizada, contra la salud, portación de arma de fuego y posesión de granada de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
En su momento, autoridades de la entonces Secretaría de Seguridad Pública federal aseguraron que El Diablito fue jefe de plaza en Guanajuato y responsable de conseguir inmuebles para la instalación de laboratorios clandestinos, además de que también se le encargó el control de las tienditas para la venta de droga en Morelia.
Se le relacionó con Alberto Espinosa Barrón, La Fresa, y Arnoldo Rueda Medina, La Minsa, jefes de primer nivel del cártel.
Se mencionó que dejó de ser jefe de plaza en Guanajuato por el robo de dinero y en 2010 también se le encargó el control del puerto de Lázaro Cárdenas, año cuando fue detenido por la Policía Federal.
Al momento de su captura, se le encontró en poder de un arma de fuego calibre .223, con su respectivo cargador y 33 cartuchos útiles, así como cocaína.
Tras diversos procedimientos, el juez de Distrito de Procesos Penales Federales dictó sentencia condenatoria, al acreditarse su plena responsabilidad en los mencionados delitos.
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