Policía

'El Hummer', de niño pobre a sanguinario Zeta y artesano en prisión

En prisión, Jaime González Durán encontró una de sus pasiones: elaborar artesanías.

La vida de Jaime González Durán transcurrió entre la pobreza, la violencia y la sangre. No fue sino hasta que tras las rejas encontró un pasatiempo en el que no perdían la vida cientos de personas: la artesanía. 

Pero ya era muy tarde, tiempo después sería condenado a 35 años de prisión por haber formado parte de la plantilla original de Los Zetas, la célula criminal que desangró al noreste mexicano por años.

Documentos a los que ha tenido acceso MILENIO muestran parte de la vida de González Durán, uno de los miembros originales de Los Zetas, una célula criminal conformada por el líder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, para conformar a La Compañía, una alianza para proteger las operaciones del cártel, que iban del tráfico de cocaína y mariguana hasta la piratería, pasando por el tráfico de personas y la extorsión.

Información familiar documenta que nació en el poblado de Aquismón, en San Luis Potosí, en condiciones de extrema pobreza. A los 7 años perdió a su madre. 

Su padre, Eleuterio González Guadalupe, cuenta que caminaba kilómetros solo para ir a la escuela y, cuando logró ingresar a una unidad de élite del ejército, uno de los cárteles más violentos lo reclutó en sus filas. Eventualmente, fue arrestado y la justicia estadunidense lo sometió. En prisión, encontró una de sus pasiones: elaborar artesanías.

“Siempre fue un niño con muchas ganas de salir adelante. Él caminaba kilómetros para poder asistir a la escuela rural más cercana sin zapatos, a veces sin comer, ya que éramos muy pobres y no nos alcanzaba la comida”, escribió el señor González Guadalupe, en una carta el juez Trevor McFadden, a la luz de la sentencia contra su hijo.

Su padre asegura que El Hummer ingresó al Ejército buscando mejores oportunidades a las que tenía en Aquismón, San Luis Potosí, donde se destacó por su disciplina.

Cuando causó baja del Ejército, cuenta su padre, se encontró con que había menos oportunidades laborales civiles. Lo que quizá ocultó El Hummer, es que a sus 20 años había dejado el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) del Ejército para unirse a Los Zetas.

“El acusado, y los otros líderes de Los Zetas, controlaron violentamente sus rutas de tráfico de drogas y sus plazas bajo la amenaza de violencia y la imposición de una extrema violencia, incluyendo secuestros y torturas”, explica un informe sobre El Hummer, elaborado por Kirk Handrich, fiscal de la División de Narcóticos y Drogas Peligrosas del Departamento de Justicia de Estados Unidos.

De acuerdo con el informe, su entrenamiento militar le llevó a escalar dentro del organigrama zeta, hasta controlar la plaza en Reynosa, Tamaulipas, la más grande y lucrativa para la célula criminal.

Solo desde Reynosa se enviaron, en dos años, 792 millones de dólares en drogas a los Estados Unidos, bajo la operación de El Hummer. Unos mil 600 millones de dólares que también forman parte de la acusación contra el mexicano, y que deberá pagar junto a su condena en prisión.

“Por ejemplo, entre mayo de 2007 y febrero de 2008, más de 6.5 millones de dólares estadunidenses, ganancias de drogas del acusado, fueron asegurados en Texas”, señala el fiscal Handrich.

Ese día, cuando lo arrestaron, Jaime González Durán dejó abandonadas a su esposa, de quien se divorció; a una concubina, y a tres pequeñas hijas.

Jaime dejó abandonadas a su esposa, concubina e hijas
Cuando lo arrestaron, Jaime dejó abandonadas a su esposa, concubina e hijas. | Especial

La brigada antidrogas explica que utilizaba chalecos antibalas y armadura corporal, además de viajar con armas y granadas.

“Además, cuando el acusado fue arrestado, las autoridades encontraron una casa de seguridad en la que el acuado tenía un total de 540 rifles, 165 granadas, 500 mil rondas de munición y 14 varas de TNT”, explica la DEA sobre su arresto en noviembre de 2008.

EHR

Google news logo
Síguenos en
Ángel Hernández
  • Ángel Hernández
  • Reportero en Milenio desde hace seis años. Cuento historias sobre crimen organizado, narcotráfico, lavado de dinero, trata de personas y lo que quepa entremedio. Cubrí el juicio a Genaro García Luna y el Menchito; los casos contra El Mayo Zambada, Los Zetas, Rafael Caro Quintero, Naasón Joaquín García, y lo que falta. Estudié periodismo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.