Desde la traición de Los Chapitos que llevó a Ismael El Mayo Zambada a manos de autoridades estadounidenses, las piezas del hampa mexicano se movieron. Tras el estallido del conflicto entre las dos facciones más poderosas del Cártel de Sinaloa, algunas de las organizaciones delictivas que operan en el estado o en el resto del país han comenzado a tomar partido por alguna de las dos partes en conflicto.
Por un lado, el Cártel de Guasave encabezado por Fausto Isidro Meza Flores, alias El Chapo Isidro, cerró filas con Los Mayos, según confirmaron fuentes de la Fiscalía General de la República (FGR) a MILENIO. Por otro, los herederos de Joaquín El Chapo Guzmán buscaron un aliado de mayor cuidado: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Considerada como la organización delictiva que mayor expansión acumula en México, el también llamado cártel de las cuatro letras se convirtió en un nuevo actor del conflicto que se libra en Sinaloa, no obstante y aunque la presencia de dicha alianza se había concentrado únicamente en el estado, en los últimos meses una serie de episodios han comenzado a retratar su expansión en una entidad clave para el trasiego de drogas: Baja California.
Los términos de la alianza IAG-CJNG

Antes de que diversas fuentes contaran a periodistas especializados en crimen organizado la alianza entre Los Chapitos y la organización delictiva que encabeza Nemesio Oseguera Cervantes -El Mencho-, a través de redes sociales se difundieron diversos videos que daban cuenta de su asociación.
El primero de ellos se publicó a finales de octubre de 2024 cuando un grupo de civiles fuertemente armados se presentó ante la cámara como miembros de las “Fuerzas Especiales Unión”. Al grito de “Pura gente del Señor Mencho y del Señor Iván”, dicha grabación presagió la incursión del cártel de las cuatro letras en el conflicto que se libra entre Chapitos y Mayos en Sinaloa.
Meses después y mientras las redes sociales se inundaban de videos de supuestos miembros del CJNG avanzando por la sierra sinaloense, la alianza entre ambos grupos fue reafirmada. Fuentes militares consultadas por el periodista Óscar Balderas para MILENIO relataron que el encuentro entre representantes de ambas organizaciones delictivas se dio en un rancho de Huajicori, Nayarit.

Entre los acuerdos a los que llegaron, destacó que Audias Flores Silva, uno de los lugartenientes de más alto rango del Cártel Jalisco Nueva Generación se encargaría de la seguridad tanto de Iván como de Jesús Alfredo Guzmán Salazar.
Eso implicaría, que los hijos del Chapo pudieran disponer de las tropas del también llamado Jardinero, así como de sus propiedades para esconderse y de sus guardaespaldas con entrenamiento de elite que, de ser necesario, aplicarían la misma ofensiva con la que han mantenido intocable a El Mencho para proteger a los líderes de Los Chapitos.
Información difundida por el periodista Luis Chaparro señala que otra de las bases de la negociación entre ambos grupos delictivos es que el CJNG enviaría a decenas de hombres a brindar apoyo militar a la facción de los hijos de El Chapo para combatir a sus aguerridos rivales de Los Mayos.

A cambio, rezan las investigaciones de ambos periodistas, Los Chapitos se comprometieron en no intervenir para que el cártel de los cuatro letras tomara el control de las plazas que le disputa a Los Mayos en otros estados de la República Mexicana. Asimismo, los hermanos Guzmán Salazar admitieron compartir con sus nuevos socios sus rutas de trasiego de drogas, armas y migrantes.
Ante el poderío que en los últimos años ha acumulado el Cártel Jalisco Nueva Generación, su coalición con Los Chapitos encendió las alertas tanto en autoridades mexicanas como en estadounidenses. En su último informe anual, la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) advirtió:
"Una alianza estratégica entre el CJNG y Los Chapitos tiene el potencial de expandir los territorios, recursos, poder de fuego y acceso de estos grupos a funcionarios corruptos, lo que podría resultar en una alteración significativa del equilibrio existente de poder criminal en México [...] podría servir para aumentar el flujo de drogas hacia el norte y el tráfico de armas hacia el sur en la frontera entre Estados Unidos y México".

En entrevista con MILENIO el analista en seguridad, David Saucedo, explicó que pese a la información difundida, la alianza de Los Chapitos con el Cártel Jalisco Nueva Generación se mantenía en un estatus regional toda vez que en otros estado de la República Mexicana el CJNG continuaban protagonizando enfrentamientos en contra de células pertenecientes al Cártel de Sinaloa.
Aunque durante meses los indicios sobre la alianza entre ambos grupos criminales se concentró únicamente en Sinaloa, destellos de los términos de su negociación han comenzado hacerse presentes en Baja California, un estado donde diversas células de Los Mayos se asentaron y resistieron el avance del CJNG.
Las pistas de su expansión en Baja California

La aparición de las llamadas ‘narcomantas’ se han convertido en una constante en diversas ciudades clave de Baja California. A través de dichos mensajes, los grupos delictivos que se han mantenido en disputa por el control de las plazas se envían amenazas entre sí o las extienden a presuntos funcionarios corruptos e, incluso, a cantantes de regional mexicano.
La fórmula es la misma: una advertencia y la firma de la agrupación que se la atribuye. En algunos casos también suelen acompañar escenas del crimen, no obstante, las que han aparecido a lo largo del mes de septiembre en Mexicali presagian lo que autoridades se temían: la expansión de la alianza entre el CJNG y Los Chapitos.
Al igual que en ocasiones anteriores, dichos mensajes son dirigidos a aliados de Los Rusos, una célula criminal encabezada por Juan José Ponce Félix, un viejo y confiable aliado de Ismael Zambada García que ha hecho de dicha ciudad su principal bastión. Al igual que los hermanos Alfonso y René Arzate, El Ruso -como es mejor conocido- opera para Los Mayos redes de trasiego de drogas a Estados Unidos desde Baja California.

Los mensajes, firmados textualmente por el “C.J.N.G y la Chapiza”, encajan en los términos bajo los cuales acordaron su alianza, toda vez de que los hijos de Joaquín Guzmán Loera estarían apoyando la intención del cártel de las cuatro letras de arrebatarles a Los Mayos el control de uno de los corredores fronterizos más importantes del país.
A dicho factor se sumó la detención de Pablo Edwin Huerta Nuño, reportada el pasado 17 de junio. Considerado como uno de los últimos liderazgos del Cártel de los Arellano Félix, la lealtad volátil del también llamado Flaquito lo llevó a enemistarse con células afines a Los Mayos, como fue el caso de la de los hermanos Arzate García, pero también con Los Chapitos.
Aunque llevaba al menos una década bajo el radar de autoridades estadounidenses y mexicanas, no fue sino hasta 2025 que se informó su arresto y posteriormente su traslado al país de las barras y las estrellas. Dicha acción no solo erosionó el liderazgo del también llamado Cártel de Tijuana sino que se convirtió también en una pista sobre la expansión de la alianza entre el CJNG y los hijos de Joaquín Guzmán Loera.

De acuerdo con fuentes consultadas por el periodista Óscar Balderas, en 2020 el Cártel de los Arellano Félix, en su intención de evitar su extinción, forjaron una alianza con el cártel de las cuatro letras para evitar que el Cártel de Sinaloa u otras organizaciones delictivas foráneas cobraran mayor influencia en el estado.
En ese sentido, sostuvieron las fuentes del citado comunicador, el arresto de El Flaquito se percibió como una medida con la que el cártel de las cuatro letras buscó reforzar su alianza con los hermanos Guzmán Salazar, quienes desde años atrás buscaban a Pablo Edwin Huerta Nuño luego de que se identificara como el autor intelectual de un atentado dirigido a Ovidio Guzmán López en la Ciudad de México.
Recientemente, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció nuevas sanciones en contra de los principales operadores de Los Mayos en Baja California, al tiempo que la alianza entre el cártel de las cuatro letras y Los Chapitos comienza a hacerse presente en el estado. Será únicamente el tiempo y las autoridades las que confirmen o descarten el reacomodo criminal en México.
ATJ