La pandemia del covid-19 que está azotando a todo el mundo es la emergencia global más grave de salud pública desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La lección que obtenemos de ella es que vivimos en la misma aldea global y conformamos una comunidad de destino de la humanidad. El virus no conoce de fronteras ni razas, por lo que solo la unión de la comunidad internacional puede vencerlo. En la 73ª Asamblea Mundial de la Salud (AMS) celebrada recientemente, se acordó intensificar la cooperación internacional lanzando un llamado a trabajar juntos para superar la dificultad actual. En la inauguración, el presidente chino Xi Jinping expuso las propuestas chinas que impulsarán con fuerza la lucha antipandémica global.

La cooperación antipandémica internacional requiere de la ayuda mutua de todos los países. Frente a la gran epidemia, los países con un sistema sanitario avanzado deben ayudar a los países relativamente frágiles en ese tema, y los primeros países que logren contener la propagación doméstica deben ayudar a los que todavía se encuentran enfrentándola. Eso es la esencia del espíritu humanitario internacional. China, la primera nación que reportó y logró controlar el contagio, siempre ha impulsado la cooperación internacional y dentro de sus capacidades ha proporcionado una cuantiosa asistencia, así como ayuda a los países que lo necesitan. En la AMS, el presidente Xi Jinping anunció cinco medidas chinas que impulsarán la lucha global contra el covid-19, incluyendo el ofrecimiento de una asistencia internacional de 2 mil millones de dólares en dos años, la cooperación con la ONU para construir en China un depósito y centro de operaciones de respuesta humanitaria global, el apoyo a África a elevar su capacidad de prevención y control de enfermedades, la disposición como bien público global de las vacunas chinas, una vez que estén desarrolladas y puestas en uso, además de implementar junto con otros miembros del G20 la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda a favor de los países más pobres. Estas acciones, dirigidas a enfrentar las dificultades que el mundo al día de hoy presenta en el combate antipandémico, demuestran la visión de una comunidad de destino de la humanidad de China, que busca contribuir a la causa de salud pública global y defender la vida y la salud del ser humano.
La cooperación antipandémica internacional requiere de la recuperación económica mundial. El covid-19 ha generado un impacto negativo a la economía mundial sin precedente y los pronósticos elaborados por distintas organizaciones internacionales señalan un crecimiento negativo de 3 por ciento o incluso más para este año. Las acciones para recuperar la economía al mismo tiempo que se controla la propagación del virus son un reto urgente para todo el mundo. Al respecto, el presidente Xi Jinping planteó en la AMS que, donde las condiciones se lo permiten, los países deben retomar ordenadamente el trabajo, la producción y las actividades educativas, siguiendo las recomendaciones profesionales de la OMS y sin perder de vista el control de la pandemia en un largo plazo. Además, es necesario reforzar la coordinación internacional de políticas macroeconómicas y defender la estabilidad y la fluidez de las cadenas globales de producción y de suministro en aras de promover lo más pronto posible la recuperación de la economía mundial. China es fiel a la palabra y resuelta en la acción. La reactivación económica y acelerada recuperación de la segunda economía del mundo está aliviando las preocupaciones de la comunidad internacional sobre el estancamiento económico mundial y la parálisis de la cadena industrial global. China continuará abriendo su mercado y promoverá la globalización para que sea más incluyente, equilibrada y beneficiosa para todos. Para tal fin, celebraremos como estaba previsto la III Expo Internacional de Importaciones de China en noviembre. Esta plataforma de compra internacional, intercambio entre personas y cooperación abierta, jugará un papel positivo en la búsqueda de mejorar el entorno económico global y en la continua construcción de una economía mundial abierta.

La cooperación antipandémica internacional requiere de la resistencia al virus político. En este momento crítico en que se necesita la solidaridad para salvar vidas, ciertos políticos y medios de comunicación en algunos países eluden su responsabilidad e inventan mentiras para difamar a China en cada oportunidad que se les presenta. Estas conductas que politizan y estigman la pandemia perjudican la unión y confianza internacional y socavan la base de la cooperación antipandémica global. Si bien las mentiras pueden engañar por un determinado tiempo, estas no pueden prevalecer por toda la vida. En febrero, 27 científicos reconocidos condenaron la teoría de conspiración del origen no natural del coronavirus en la revista The Lancet. En abril, otra publicación científica, Nature, llamó a dejar de estigmatizar al coronavirus. La verdad siempre se va a imponer, la mayoría de los países del mundo reconocen y aprecian la actitud abierta, transparente y responsable de China. Por ser un tema científico, la investigación sobre el origen del virus debe dejarse en manos de los científicos y expertos médicos para que se aprenda de esta lección y así en el futuro se pueda enfrentar de mejor forma a otros retos similares que requieran defender la vida y la salud del pueblo mundial. El presidente Xi Jinping se comprometió en la AMS a que China seguirá apoyando a los científicos del mundo para que sus aportaciones a la investigación científica logren aclarar el origen y las vías de transmisión del virus, potenciará el intercambio de información y compartirá experiencias exitosas, así como prácticas provechosas con todos los países y organizaciones internacionales.
En medio de la pandemia, China y México se han ayudado mutuamente, es un reflejo de la cooperación internacional en la lucha actual. En los días más difíciles para China, el gobierno y la sociedad mexicana tuvieron actos de genuina solidaridad con el gobierno y el pueblo chino mediante distintas vías y formas. Y ahora el gobierno y el pueblo chino comprenden el duro desafío que representa la contingencia para México y están haciendo todo lo posible para brindar la mejora atención a su población. China contribuyó a coordinar los esfuerzos para la creación del “puente aéreo”, por el cual, más de 200 toneladas de insumos médicos llegaron a México, y organizó varias videoconferencias donde expertos chinos compartieron sus experiencias con sus pares mexicanos. En el ámbito multilateral, China y México ponen en juego su influencia como potencias emergentes apoyando firmemente el liderazgo y la coordinación de la Organización Mundial de la Salud en esta lucha contra el virus. Ambos países trabajaron juntos para que la propuesta mexicana de “garantizar en condiciones de igualdad el acceso mundial a medicamentos, vacunas y equipo médico” fuera aprobada en la Asamblea General de la ONU, y se mantienen solidarios con otros países latinoamericanos y caribeños ante el covid-19. “En la adversidad se ve la verdadera amistad”. China incrementará la coordinación y colaboración con México en aspectos de prevención y control epidémicos, también en los avances de tratamientos médicos, en la reactivación económica, en garantizar una mejor calidad de vida del pueblo, en la mejora del sistema de gobernanza de salud pública regional y global, entre otros, con el objetivo de contribuir más a la comunidad internacional para vencer la actual pandemia lo más pronto posible.
La historia de la civilización humana es también una historia de constante lucha contra enfermedades y desastres. Vencimos innumerables veces virus desconocidos y terribles; aprendimos de ello, seguimos creciendo y desarrollando conocimiento en este proceso evolutivo.
Estoy seguro de que el esfuerzo conjunto de todos los países nos ayudará a disipar la neblina de la pandemia y traerá un porvenir más brillante.
* Embajador chino en México