Desde la llegada de Pedro Caxinha al conjunto de La Máquina cementera del Cruz Azul, se viene respirando un ambiente de frescura, dinamismo, conexión con la tribuna, buen manejo de la pelota y un futbol que inspira.
No sé si Cruz Azul será campeón este año o no, lo que sí sé es que va a ser un contendiente permanente mientras dejen trabajar correctamente a Pedro Caixinha. Y cuando me refiero a que lo dejen trabajar, hablo en el sentido de la presión que ejercen los aficionados y los medios de comunicación sobre el Cruz Azul. Este equipo no necesita más presión de la que ya tiene, cargar con el estigma del “ya merito”, no debe ser nada fácil, desde el término cruzazulear, hasta “el eterno subcampeón”, son apodos que el fiel seguidor de Cruz Azul debe erradicar de su vocabulario.
La Máquina está jugando como tal, engranajes muy bien aceitados, motor a toda marcha y el objetivo de ser campeón llegará más temprano que tarde. Es obvio que la llegada de Ricardo Peláez también le ha dado fortaleza a Pedro Caixinha. Ya que se han conseguido jugadores como Elías Hernández y Roberto Alvarado, elementos de muy buena disposición táctica, muy veloces en el espacio largo y contundentes ante el marco rival. Cruz Azul inspira a todo aquel que le gusta el futbol. Juega muy bien por las bandas, juega muy bien en el contragolpe y cuando tiene que manejarla con los pies, también lo hace de manera brillante.
La Máquina es un serio candidato a ser campeón este año, lo único que le falta al equipo es que sus aficionados estén convencidos de que Cruz Azul tiene la materia prima para llegar al tan anhelado título. Mucho positivismo... el Cruz Azul necesita mucho positivismo.
Si no está de acuerdo dígame lo contrario. Saludos.
guillermo.gonzalez@milenio.com
