Se han vuelto recurrentes los enfrentamientos en las conferencias mañaneras del Presidente Andrés Manuel López Obrador, con el periodista de Univisión Jorge Ramos, mismas que se han centrado en los avances en los indicadores de seguridad.
El último de ellos se dio el 22 de septiembre del presente año, cuando Ramos le preguntó a Obrador su opinión sobre que el suyo era el gobierno con más homicidios dolosos registrados en la era moderna de México, al tener más de 126 mil, superando a Peña Nieto que cerró con 124 mil y a Calderón que acabó con 121 mil.
A la pregunta de Ramos, el mandatario reviró de inmediato que el opinaba diferente, que no coincidía y que tenía otros datos, pero el periodista le recordó que utilizaba los datos oficiales publicados por su gobierno, a lo que López señaló que con lo que no estaba de acuerdo es con la forma de presentar los datos.
Respecto a este enfrentamiento verbal, conviene no guiarse por las emociones o las preferencias políticas, lo señalado por Jorge Ramos es un hecho que no está a discusión, podrá no gustarle a Andrés Manuel López Obrador, pero su sexenio ha tenido más homicidios dolosos que los de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón y como resta todavía una porción importante del sexenio, al ritmo que lleva, incluso desacelerando el ritmo, cerrará con muchos más homicidios.
También es cierto que en el último año se ha registrado un descenso en los homicidios de más del 10%, lo cual es positivo, aunque insuficiente, porque representa una disminución con respecto al pico máximo de dicho indicador y después de cuatro años de implementar un supuesto cambio de estrategia.
Los datos por tanto pueden presentarse de varias formas para contar historias diametralmente diferentes, pero la narrativa presidencial se antoja más forzada y el hecho de que hayamos tenido una reducción del 10% en el último año no desaparece el hecho de que su sexenio será el de más asesinatos hasta ahora.
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