A Samuel Ruiz "Tatik"
"No se pueden crear condiciones de perdón y reconciliación sin resolver primero las causas estructurales de la violencia. La reconciliación viene al final, y, además, debe ser también política y social. Todos los procesos deben de tener un orden, aunque, por supuesto, hay víctimas que de inmediato optan por perdonar", afirma Miguel Álvarez Gándara -integrante del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad y secretario por varios años del Obispo Samuel Ruiz-, en parte de la entrevista que Rodrigo Vera reportero de "Proceso" le hiciera en el contexto del reportaje sobre "Diálogo con los cárteles, idea que se extiende", en días pasados en Lagos de Guadalupe del estado de México (Vera, R., "Proceso", No. 2061, México, 1º de mayo de 2016).
¿Quién es Miguel Álvarez Gándara?
Nació en la ciudad de México en junio de 1952. Estudió la preparatoria en el Colegio Patria; La licenciatura en Ciencias y Técnicas de la Información en la Universidad Iberoamericana, generación 1970-74. Es casado, con 3 hijos.
Efectuó estudios de Maestría en Sociología, Ciencias Políticas y Educación en
la UNAM. Laboró en proyectos y programas de Fomento Educativo, A.C. (en especial en Tlahuelilpan). Es Presidente de Servicios y Asesoría para la Paz, A.C. (SERAPAZ, A.C.), desde febrero de 2008. Fue antes subdirector de 1996 a 2006. Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Intermediación (CONAI) (1994-1998). Miembro, analista, promotor, mediador y asesor de diversos organismos,
movimientos y redes sociales, civiles, académicas y eclesiales, en México y América Latina, en temáticas relacionadas con la construcción de la Paz y la mediación y transformación de conflictos, la Justicia y los Derechos Humanos e Indígenas, la Democracia y el Desarrollo alternativos, así como acerca de nuevas formas de articulación y cooperación (1966- a la fecha).
Secretario de Mons. Samuel Ruiz García (1990-2001 y de marzo 2010 hasta su muerte). Premio "Compromiso Social" 2015, otorgado por la UIA.
Durante la administración de Felipe Calderón Hinojosa, uno de los principales gestores de la violencia de Estado contra la violencia de los cárteles, no descuidó la vigilancia de aquellos luchadores sociales que se oponían y criticaban a ambas violencias con señalamientos de que no sólo se debía combatir el fuego con más fuego y sin ofrecer otras estrategias integrales, incluyendo el uso de la fuerza con una adecuada planeación y articulación de todos los estamentos de seguridad nacional, en sus tres niveles de gobierno coordinados y que, además incidieran y atendieran a los elementos multicausales, en los orígenes y desarrollo de ambas violencias. Por ello y más, la revista "Proceso" dio cuenta que "las secretarías de Gobernación y de Seguridad Pública tienen perfiles detallados de Sicilia, de Álvarez Icaza, ex titular de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF); de Miguel Álvarez Gándara, presidente de Servicios de Asesoría para la Paz (Serapaz); de Clara Jusidman, fundadora de Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social (Incide Social); de Miguel Concha, fundador del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, y del estudiante Raúl Romero Gallardo. Todos ellos han tenido un papel destacado en el movimiento surgido hace un año y que demanda un alto a la violencia que ha generado alrededor de 60 mil muertos en el país" (Gil, O.J., "Sicilia, Álvarez Icaza, Jusidman (Álvarez Gándara)...¡Fichados!, "Proceso", 9 de abril de 2012).
Preocupados por los acontecimientos de Chiapas con el alzamiento de los indígenas y del EZLN, varios de sus condiscípulos de CTI-UIA, invitamos a Miguel a charlar sobre su visión y experiencia con esos sucesos. El ejercicio, plural, dialógico y respetuoso nos dio los mínimos elementos para que cada uno de nosotros formara, en parte, su criterio y lo enriqueciera con otras opiniones, realidades e información. Algo así, nos comentó: "el conflicto que vive México en Chiapas asume diversos tipos de causas y características que no se corresponden con la tipología tradicional ni en cuanto a la base objetiva que explica el surgimiento del conflicto ni en las exigencias planteadas a lo largo de la contienda. Sus planteamientos se refieren pues a la necesaria modificación de las relaciones de poder económico, político, social y cultural que hoy prevalecen en el país con esquemas profundamente desiguales e injustos impulsados por la globalización neoliberal, en que desde la vía de las armas se participa en la disputa por la legitimidad y la exigencia de una reforma del Estado para el pleno ejercicio de derechos individuales y colectivos, enarbolando la dignidad y la inclusión como los ejes orientadores del cambio necesario".
Álvarez Gándara, en la entrevista concedida a Rodrigo Vera, "concluye recalcando que lo importante es que la sociedad, y no sólo el Estado", "se convierta en actor y aporte soluciones para resolver el problema de la violencia. Y estos cursos y seminarios están surgiendo precisamente de la sociedad civil" (Ibid).