Era una delicia. Encontrarse con otra persona que vivía con un desafío similar al mío, resultaba un bálsamo para el alma: escuchar y ser escuchado.
Así nació Proyecto Autismo San Roberto. Encontrarse, escucharse.
Con el confinamiento y restricciones de proximidad por la pandemia de Covid19 esas buenas prácticas se han extinguido.
Un café, un desayuno, paseo por el parque, el asunto era coincidir y compartir. Y así lo hicimos.
La primera ocasión, fue un encuentro casual en un restaurante a propósito de una cita con un benefactor de Autismo San Roberto, ahí me lo topé: ”sé que tienes un hijo con autismo; tengo unos libros que te pueden interesar…”me dijo.
En seguida le compartí un poco de lo que venía haciendo con Autismo San Roberto “entonces, la que me va ayudar eres tú a mí. Tengo a un hijo adolescente, con asperger”.
En realidad, la ayuda fue mutua. Las ocasiones en las que nos encontramos en torno a un delicioso desayuno hubo risas, lágrimas…hasta chismorreo de la banda que se mueve en medios de comunicación en La Laguna jeje.
Raymundo Tuda Rivas, era revolucionario e irreverente. Delante y detrás de cámaras. Creativo y astuto para la construcción y manejo de imagen de actores políticos y su discurso.
Acompañó a gobernantes locales y estatales de Durango y Coahuila a corregir la plana.
Le sabía al negocio. Asiduo invitado de los programas de análisis de la televisión local.
Me dolió, como a muchos, lo intempestivo de su partida.
Pero no, como la idea de saber que Ale, su hijo, se quedaba sin sus palabras, sus enseñanzas, sus risas, sus locuras, sus miedos…sin su presencia.
Es en él, en quien pienso en este momento. Sólo en él ¿Por qué? Porque ahora, tú, descansas en el seno del Padre.
Que gozas de la Gloria que el Señor reserva para quienes se atreven amar a tiempo y a destiempo.
¿Y Ale?
¿Cómo explicarle? ¿Cómo acompañarle en este proceso de duelo? Una tarea difícil para quienes experimentamos una pérdida, más aún, para las personas que viven con el Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Cada etapa, cada proceso en nuestros chicos y chicas con autismo son un verdadero desafío.
Quien asegure que la libró por palomear la tarea del momento, se equivoca. El clima, las hormonas, el Covid…el agente desafiante es de aquí y de allá.
El duelo, como la depresión, el suicidio, como muchos otros, son temas pocos explorados en el diván de la terapia, hasta que tocan a tu puerta.
Los que se adelantan, como Tuda, ya descansan. Las personas con autismo que se quedan, como Ale, se la rifan ante un mundo “cuerdo” y “normalista” que espera que el “tiempo” lo cure todo.
Hasta la sinrazón de la muerte, que no es justa, pero es la misma para todos. Ale, te abrazo fuerte.
PrimeroPersona.
Twitter @verisimorocha