Política

Una herramienta muy sencilla, eficaz y barata

  • Vida y Milagros
  • Una herramienta muy sencilla, eficaz y barata
  • Verónica Mastretta

Desde hace años conozco a una señora que vende productos derivados del maíz a las puertas del banco, todo perfectamente empacado y de gran calidad. A veces la acompañaba otra señora que durante mucho tiempo pensé que era su hermana, pero no, era su hija. Este año me contó que cumpliría 100 años y la hija 83. La última vez que la vi fue en marzo, de muy buen humor y con la boca llena de bendiciones para sus clientes. No he vuelto a verlas desde entonces, cuando muy poco sabíamos de este virus y dejé de ir al banco. ¿Qué harán? ¿Cómo estarán viviendo? ¿La opinión de quién las guiará en todo esto? ¿Creerán en la utilidad del tapabocas o no?

Leí un artículo acerca del manejo de la pandemia en México, escrito por Nathaniel Parish Flannery y publicado en la revista Forbes:"Why are so Many Young People Dying of covid-19 in Mexico City". Tiene muchos datos duros e interesantes, pero el autor se sorprende al leer que el 24 de julio, en Oaxaca, el presidente López Obrador cuestionara una vez más si el uso del cubrebocas realmente aporta algún beneficio para protegernos del contagio. Menciona también que el vocero y responsable de la pandemia Hugo López Gatell está enfrentando una creciente crítica por su negativa al enviar un mensaje claro y contundente acerca del uso de esta herramienta barata y accesible a todos. Los científicos de todo el mundo, incluido el doctor Anthony Fauci, a quien Trump descalifica continuamente, han insistido en que el cubreboca protege y salva vidas. La imagen de Fauci lanzando una bola mientras inaugura la temporada de béisbol en un estadio vacío es muy elocuente.

Para quienes no trabajan en el sector salud, las mascarillas no tienen que ser las que sí requiere el personal médico y según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), uno de tela de algodón protege a una persona que hará actividades en la calle y funciona bien si se suma a la sana distancia y las medidas de higiene recomendadas, aplicando las excepciones para menores de tres años y discapacitados. Los protocolos de su uso se han explicado en casi todo el mundo con claridad. ¿En qué momento se volvió el uso de esta herramienta barata y eficaz un motivo más para disentir políticamente? ¿El no usarlo es un acto de poder, de fortalecimiento de la imagen o una simple necedad? ¿Máscaras contra escépticos? Vuelvo a pensar en estas dos mujeres mayores, que dependen de lo que venden en la calle, sin la mínima protección del cubrebocas a las puertas de un banco, pero también pienso en tantos jóvenes que trabajan en las calles sin ninguna protección. Si nuestro sistema de salud público es débil, porqué negar una herramienta que podemos fabricar desde casa. El usar el cubreboca es incómodo, sí. No nos gusta, es cierto. Pero la información acerca del beneficio que acompaña esta práctica tiene un gran consenso mundial. Contener la carga viral es fundamental. El 39% de las personas que mueren de covid-19 en México tienen entre 40 y 60 años, y el 8% son menores a 40 años. En México muere más gente joven que en otros países. ¿Por qué negarse a aplicar una política pública que es prácticamente gratuita?

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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