Donald Trump ya tiene competencia. Hasta hace unos días se podría decir que era el estadunidense más importante del mundo, pero con el nombramiento de Robert Prevost como papa, las miradas voltearon a él, quien se ha convertido en el líder de más de mil 400 millones de católicos en el mundo. Llega en el momento indicado, donde existe una polarización mundial, entre los valores democráticos o el autoritarismo, populismo, intolerancia y discriminación. Y llega con un mensaje claro: su prioridad es la paz.
Tenemos más de tres años, desde febrero de 2022, que Rusia invadió Ucrania y la guerra sigue. Y en Medio Oriente, el panorama es el mismo, pese al cese al fuego entre Palestina e Israel, todavía hay rehenes secuestrados y los ataques continúan. Y de este lado del mundo, los mensajes de odio y las políticas antiinmigrantes siguen de parte de Trump. El mundo está dividido y llega el nuevo papa con su mensaje de paz y unión.
Nada es casualidad, tal pareciera que los cardenales que eligieron a Robert Prevost, aparte de decidir a un líder para que siguiera los pasos de Francisco y llevará a la Iglesia a ser todavía más humana y abierta, también lo hicieron con una visión geopolítica. Con el nombramiento de León XIV se vislumbra un nuevo estilo de liderazgo, que pueda hacer frente a los discursos de ataque y guerra. No se puede desestimar el papel de un papa en la diplomacia internacional, cuando a Juan Pablo II se le reconoce como artífice de la caída del muro de Berlín, que contribuyó al fin de la Guerra Fría y al comunismo en Europa.
León XIV llega con autoridad moral, experiencia y credenciales académicas; matemático, filósofo y doctor en Derecho. Pero sobre todo llega con una historia contraria a lo ordinario; dejó su país primermundista para irse a Perú. Se fue a diferencia de los migrantes, de norte a sur. Conoce la pobreza y los retos de un país en vías de desarrollo, pero también conoce y viene del primer mundo.
Este domingo se dirigió a los “poderosos”; “Nunca más guerra”. El papa llega con un perfil conciliador, firme y vocal, promoviendo la unidad, el diálogo y la paz, y siendo ahora el estadunidense y latinoamericano más importante del mundo.
