Viene la madre de todas las decisiones para el Congreso de Hidalgo. Los diputados tendrán que nombrar a 84 Concejos Municipales porque la pandemia covid-19 interrumpió el proceso para elegir Ayuntamientos. Un reto solo para profesionales. El INE postergó la elección para evitar contagios. El 5 de septiembre salen los Presidentes Municipales actuales y entrarán las personas que nombre directamente el Congreso. Una decisión en extremo delicada.
No solo es apegarse a la ley, sino proteger la paz en los municipios. La circunstancia obliga a los diputados a tomar una decisión que corresponde a los ciudadanos, no para suplir su voluntad, sino para enmendar un imponderable. Será temporal pero de no hacerlo con sensatez y pleno cuidado de sus consecuencias, el riesgo de ingobernabilidad es muy alto. El actual Congreso dominado por diputados de Morena colecciona un catálogo de fracasos. Ha perdido amparos, fallos de la Suprema Corte en su contra, revocación de nombramientos, juicios de inconstitucional, caprichos, soberbia y muchos escándalos. Ahora, ante el nombramiento masivo de Concejos municipales no puede darse el lujo de un trabajo mediocre. Para escribir este artículo hablé por separado con cinco diputados de diferentes partidos. Todos tienen aprehensión y un juicio prudente por la responsabilidad que tienen enfrente. Pero no hay método ni guía para emprender este proceso tan complejo que, a la vez, será parte de la historia de Hidalgo. Corresponde a la Comisión de Gobierno conducir el proceso para hacer casi mil nombramientos políticos en todo el estado. Por primera vez tendrá el Congreso la obligación de hacer sentido de cuerpo. Adiós diatriba, adiós intereses.