En los primeros meses del año 2018, en plena campaña presidencial, aparecieron dos bardas cuyo mensaje político nos regresaba varias décadas atrás. La leyenda aún dice: “Reapertura inmediata de la Normal Luis Villarreal de El Mexe”.
El maestro Armando Azpeitia Díaz (hoy presidente municipal de San Salvador) pintó las bardas con letras rojas al clásico estilo de las pintas de protesta de los años 70 que siempre iban acompañadas del emblemático rostro del “Che” Guevara.
Las pintan parecían una protesta más extraviada de un pensamiento comunista ya muy barroco. Pero tomó importancia al triunfo electoral de López Obrador quien, en una acción de pragmatismo electoral, tomó como suya la demanda de reabrir la legendaria escuela de maestros. Ya como Presidente nunca ha vuelto a defender con la misma potencia esa idea y como respuesta el tema lo metió en el paquete masivo de las Universidades Benito Juárez.
Pero al maestro Azpeitia no se le olvida la promesa. Dice que López Obrador le dijo que tan pronto tomara posesión El Mexe se reabriría y él le creyó. Meses previos a diciembre de 2018 organizó mesas de trabajo técnico para elaborar programas académicos y organizar lo necesario para la reapertura. Se topó con una piedra muy pesada llamada presupuesto y 3 años después la Normal no abre.
El maestro Azpeitia tiene una gran nostalgia por su alma mater y exige una Normal como en los viejos tiempos: con internado. Ya movió cuanto pudo y no logra meter el caso en las prioridades de la 4T. La Normal no es viable, generaría maestros sin trabajo. Hoy, ahí funciona una universidad agropecuaria, un sector de gran crecimiento económico en México.
Tomás Cano Montúfar
