¿Saben qué fue lo primero con lo que nos encontramos en la Expo del Fin de semana de maratón en Walt Disney World? Una imagen del barco de vapor de Steamboat Willie, la caricatura original de Mickey Mouse, de la cual tanto platicamos a principios de año, porque el transcurrir de los años se volvió del dominio público. Y es que Disney es dos cosas a la vez. Sí, un gigantesco corporativo que hace las cosas de la manera más grande que nadie en el mundo del entretenimiento. Pero también es, para millones de nosotros,
el lugar del que provienen muchos de los más hermosos recuerdos de nuestros ayeres.
Con eso en mente, me acerqué de nuevo a la gente de Run Disney para hacer nuevos recuerdos. Esta vez el reto que me había puesto como corredora no era hacer todo el Dopey Challenge (Reto de Tontín) porque la última vez que me aventé los 5, 10, 21 y luego 42 kilómetros en un fin de semana largo fue precisamente en enero de 2020.
¿Se acuerdan qué le pasó al mundo dos meses después, verdad? Así que ahora simplemente quería volver a recorrer kilómetros y recuerdos. Nos amenazó una tormenta eléctrica, pero se logró el medio maratón (con una pausa en medio) rodeados de miles de personas que fueron a Orlando para ello, y la mágica capacidad de algunos de pararse a tomarse fotos con los personajes y aún así acabar en un tiempo razonable las distancias.
Hace muchos años deje de ser niña, lo sé. Y en mi profesión tengo que ver los claroscuros de la industria del entretenimiento, lo cual hago siempre en este espacio. Pero debo compartirles esta alegría tal y como la viví, porque regresar a la felicidad con la que te encuentras al correr en los parques antes de que abran al público es emotivo y poderoso. Me quedé deseando que lo único “blanco y negro˝ en nuestras vidas sean cosas lindas como Steamboat Willie, y me prometí regresar por Tontín en 2025, así no me vuelvo a quedar quieta. Así no olvido la emoción de haber sido niña.
