Quien dijo que echar una lagrimitas de vez en cuando, ¿no se llevan con los negocios?, creo que sin duda este es un concepto de lo que ahora los jóvenes le dicen “Old Fashion”, pues porque antes, aquella persona que mostrar sus sentimientos ya sea de alegría o tristeza a su jefe o compañeros de trabajo, era mal vista, quizás porque se creía que era débil, o berrinchuda, o bien porque manifestaba su ira y coraje, entonces era calificada como inmadura, y peor tantito si se trataba de un Hombre, probablemente la misma sociedad que lo rodeaba lo castigaría para siempre poniéndole “motes” que lo señalarían de manera indiscriminada, pues este tipo de sentimiento “muy humano”, hoy en día se interpreta de manera diferente, y porque no, hasta es sano que una persona se desahogue de vez en cuando, o bien cuando lo necesite hacer, veamos algunos casos:
• Aquel empresario que acaba de comprar una maquinaria, y que la ha adquirido en Dólares, USD, y ahora se ha devaluado en casi un 100%, ¿Cómo le va hacer para pagar esa gran deuda?, no estaba en sus planes, que esto pasaría, además de que implica el pago de intereses, y pone en una situación crítica a su negocio, ¿es para llorar, no?, por lo menos para desahogarse, y quitarse un peso de encima sentimental, después se verá que se va hacer.
• Camila, me acaban de ascender a la Dirección General de la empresa, mi sueldo y beneficios se van casi al doble, Agustino le dice a su esposa, con lágrimas en los ojos, ¡está muy emocionado!
• ¡no puede ser!, le grita Pablo a Simon, acabo de perder todo mi dinero en la bolsa de valores, llora de coraje y de impotencia.
• Me acaban de dar un premio de reconocimiento a mi labor por las excelentes ventas que tuve este año, “un viaje a Hawái, para toda la familia”, les dice con lágrimas en los ojos.
• Hoy después de casi 40 años, David, deja la empresa, se jubila para seguir subiendo otras escaleras, fue una persona muy generosa, trabajadora, entregada a sus labores, con pasión, ahínco y perseverancia, capaz e inteligente, un gran hombre y amigo, querido por todos, hizo grandes cosas que ahí quedaran para siempre, y que las generaciones venideras seguirán su visión y camino con éxito, ¡Gracias David!, por todo lo que nos diste, en este proceso tan sensible y difícil de la formación; personal, académica y profesional, te lo decimos con una lagrima en los ojos, bueno, a decir verdad, ¡con muchas!
