Esas “astillas” son muy desafortunadas la mayoría de la ocasiones, porque hacen sentir a las personas que lo aparentemente perfecto al final no lo sea. ¿A quién no le ha sucedió que el día que compraron una computadora portátil, al abrir la caja se le caiga y se le astille una partecita del equipo? O peor tantito, que el auto nuevo recién salido de la agencia lo choque en la esquina; o aquella fina y costosa silla antigua le caiga la jarra de agua que llevaba en la mano y la haya dejado astillada. Qué latosas en definitiva son las astillas, pero aún peor cuando se trata de “las astillas interpersonales”, ¿no lo creen asi?
• Todo iba bien entre la amistad entre las familias de Jorge y Silvano; pero un día a este último se le olvidó invitarlo al bautizo de su hijo. Prácticamente “quebró” esa línea de amistad que decían y presumían tener ambos; de hecho para Jorge fue una “astillota” que nunca le pudo perdonar.
• Francisco acaba de cometer una “pequeña indiscreción” con su jefe con respecto a Javier, comentándole que este no podría asistir a la reunión el viernes porque le pediría permiso para ausentarse; esta “astillita” provocó que hoy solo se hablan por motivos de trabajo, y la amistad quedó de un lado.
• Qué atrevido fue Luis, al comentarle a su jefe que a su presentación le faltaba más dinamismo y colorido, aún cuando este pidió a su equipo retroalimentación; se sintió ofendido, astillando su amistad.
• Esmeralda asistió a una reunión de trabajo con su compañera; al llegar al lugar se sorprendió al verla vestida fuera de ocasión, comentándole al respecto, tratando de no herir sus sentimientos, afectando su relación en el trabajo.
• El director del plantel siempre se dirige y actúa de manera diferente hacia sus “consentidos”; aquí en este caso, todos los demás quedan con una “astillita en el zapato”.
• ¿Qué quiso decir Plutarco, el director general, anoche en la cena de negocios, en que vendrían próximamente, grandes cambios en la organización? Pasó un año, y Antonio no se quitaba esta “astillita”.
• Continuando con los “preferidos” del líder, en cuanto a incremento de sueldo, buena capacitación, reconocimientos frecuentes, entre otros distingos, ¡qué dolorosos ha de ser, para quienes solo son espectadores!
Esto no se considera como una astilla, sino como un “astillón que quiebra el balance del clima laboral”. ¡Sin duda!
Cuidado con esos “roces finos” entre las personas, que pueden originar no solo “grietas”, sino que ¡el mismo árbol se quiebre a la mitad!
