Año 1968, fecha inolvidable para los estudiantes en todo el mundo, se recuerda por la matanza del 2 de octubre, un movimiento estudiantil que inició con una manifestación contra la represión, el cual sacudió los cimientos del régimen autoritario priista, a la libertad de los mexicanos le costó miles de muertos y desapariciones y otros tantos de los estudiantes que pretendían respirar en tranquilidad.
La represión que ejerció el gobierno mexicano en la década de 1960 comenzó con ese movimiento tan sagrado en la historia de México.
Hoy la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo suspende clases en diversas instituciones y en virtud de desviar la atención de las declaraciones del señor rector Octavio Castillo Acosta, con su forma de atender la salvaguardia y la integridad de quienes conforman la comunidad universitaria, junto a esa afirmación, indicó que la directora del Instituto de Artes, María Teresa Paulín Ríos, se queda como funcionaria de alto rango, pese a la voluntad y opinión de los alumnos integrantes de esta casa de estudios, así como de los padres de familia.
La decisión hace ver al rector de la universidad que este directivo ha mostrado incapacidad de liderazgo en este proceso de diversas manifestaciones que han ocurrido en distintos puntos de la ciudad.
El error del rector ha costado a su dirección el poner en jaque el papel de grupo universidad en la casa de estudios y ha vulnerado sus privilegios discrecionales que se han reproducido durante muchos años. La carencia de su liderazgo ha dejado un vacío que está orientando a que en el futuro, los jóvenes que emergen del movimiento puedan configurar un nuevo liderazgo en el estado.
El gobernador aprovecha la oportunidad para cuestionar el trabajo de la actual Rectoría y esto ha permitido que todos nos preguntemos si debería continuar o renovarlo, y en dado caso de renovación, poner a parte de su equipo para liderar un nuevo proyecto en la universidad. La ineptitud del rector acabará con todo el poder que tenía el Grupo Universidad.
