Bíblicamente, la tórtola era un ave de la familia de las palomas. Ave exótica que, al parecer, fue estudiada por los eruditos de la época. Según se establecía en Jeremías 8:7, la tórtola –y otra ave- sabían guardar el tiempo en que comenzaban su migración, su venida, tal y como lo refiere Jeremías.
La diferencia de la tórtola con otras aves, es que ésta anunciaba el tiempo en que habría de iniciar su éxodo al resto de las palomas y aves que no migraban.
Tan exacto era su canto y su tiempo, que la tórtola empezaba su canto en primavera y lo hacía de manera infalible en Palestina. Su anuncio era un anuncio de paz, de tiempo de reconciliación, de amor y de perdón.
“Porque ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue […] el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola”, refiere Salomón en el libro de Cantares 2:11.
Inspirado en el canto y el tiempo de la tórtola, la iglesia La Luz del Mundo ha anunciado que el tiempo de Dios ha llegado. Ese tiempo inició con el sacrificio y muerte de Jesucristo, mismo que llevó a cabo para reconciliar a la humanidad con el Creador.
Así que, a diferencia de otros credos, la Iglesia La Luz del Mundo celebra la muerte de Jesucristo y su posterior resurrección.
Este acto denominado Santa Cena recuerda también la última cena que el Maestro tuvo con sus discípulos antes de padecer el calvario. Y también, a diferencia de otras fes, la auténtica fe cristiana se prepara de manera personal y en sentido místico para anunciar que la voz, que el canto de la tórtola se ha escuchado en este tiempo.
El tiempo que conocía bien esa paloma en el Israel de los profetas mayores, también es conocido ahora por los creyentes de La Luz del Mundo, quienes se reúnen por miles y en sus hogares desde el día de mañana y hasta el próximo 14 de agosto, día en el que, como todos los años, orarán a Dios y suplicarán a Cristo el favor de su misericordia, mediante la intercesión del apóstol de Jesucristo, hermano Naasón Joaquín García.
La Santa Cena, la fiesta más grande para los creyentes en la fe cristiana de la Iglesia La Luz del Mundo, es aquí y ahora, la mayor alegría para ellos.