Ayer, la Iglesia La Luz del Mundo volvió a lucir sus mejores galas. Lo hizo por el 52 aniversario de vida del apóstol de Jesucristo, hermano Naasón Joaquín García. En el marco de tan significativa festividad, desde ayer y hasta mañana, se han celebrado en los más de 60 países donde está presente La Luz del Mundo, ceremonias de bautismos con miles y miles de nuevos creyentes adscritos a las filas de la Iglesia. Tan importante sacramento representa que el mensaje predicado por el apóstol Naasón, a través de los fieles de la Iglesia, sigue estando vigente, sigue convenciendo a las personas, sigue siendo evidencia de esas extrañas formas en que el Creador ha permitido ahora la predicación del auténtico mensaje cristiano. Así que reunidos, tanto en los templos como en las casas, los miles y miles de fieles recibieron la señal que transmitía la lectura de la misiva apostólica, misma que fundió, nuevamente, el corazón de los creyentes en la esperanza y fe puestas en el Creador de todas las cosas. El mensaje, lleno de amor, reflejó la unidad que hasta el día de hoy ha tenido y mantenido la Iglesia con el apostolado, institución espiritual establecida por Dios hace más de dos mil años.
Los fieles elevaronuna vez más sus oraciones a Dios
En su mensaje, el apóstol Naasón invitó a los creyentes a ser luz que ilumine en medio de la oscuridad; a ser fortaleza en donde haya flaqueza o debilidad; a ser amor, antes que odio; a ser paz para curar al alma herida; a ser confianza cuando llegue la incertidumbre; a reconocer siempre a Dios como el centro de su existencia; a ser buenos cristianos para Dios y mejores ciudadanos para la sociedad. En respuesta, los fieles elevaron una vez más sus oraciones a Dios, a fin de agradecerle por la vida y salud, por la alegría y la felicidad, porque en el presente hay más seguridad, y porque así, caminan seguros hacia la eternidad.
Finalmente, hay que señalar que por más que han intentado acabar con la unidad entre el apóstol y la Iglesia, y contra todo pronóstico lanzado estos dos últimos años, el reconocimiento a la elección del hermano Naasón Joaquín García, la convicción de la honorabilidad e integridad a la persona del apóstol, continúan intactos, y ahora más fuertes que nunca. _
Sara S. Pozos Bravo
