
“Me gustaría llevarme a Jesús Ernesto López Obrador a bucear al Río Secreto”, propone el buzo José Urbina Bravo. “Sumergirte en esa corriente subterránea permite hacer un viaje al pasado de millones de años, cuando el ser humano no era siquiera un proyecto de la naturaleza”.
El buzo Urbina, conocido entre su tribu como Pepe Tiburón, se atreve a mencionar al hijo del Presidente de la República porque el mandatario lo hizo primero.
“¡A ver chamaco!”, reprimió el padre a su hijo cuando éste reclamó sobre los estropicios del Tren Maya.
Urbina retoma la discusión y afirma que el joven López Obrador entiende mejor los temas en disputa que su padre, quien “lo chamaqueó” y, de paso, lo hizo con quienes se oponen al tramo 5 del Tren Maya.
Ese tramo pretende hacer el recorrido desde Tulum hasta Cancún. Asegura Urbina que el colectivo al que pertenece, Sélvame del Tren, no está en contra del megaproyecto presidencial sino de su improvisación y mala hechura.
“Había ya un acuerdo para que se construyese a un lado de la carretera vehicular, pero de pronto las autoridades cambiaron de opinión para radicar el trazo del ferrocarril seis kilómetros tierra adentro, sobre 121 kilómetros de selva prácticamente virgen”.
“¿Por qué el cambio de opinión?”, interrogo a Pepe Tiburón. Él responde que tal decisión se debió a la presión política de los hoteleros, mayoritariamente extranjeros, que se opusieron a castigar a sus huéspedes, durante los próximos dos años, con la vista de una desagradable construcción.
Este mismo argumento es el que exhibe Arturo Islas, ambientalista y conductor del programa de televisión Survivor México.
“¿Por qué la improvisación con el tramo 5?”, cuestionó Islas a las autoridades de Fonatur. “Porque los hoteleros no quisieron ceder unos cuantos metros de tierra para que el ferrocarril pasara sobre sus terrenos”, respondió la autoridad responsable.
Camila Jaber, campeona mundial en buceo libre (sin aletas ni tanque de oxígeno), precisa que cualquier ruta (del Tren Maya) será un problema si no se hace de la manera correcta. Y, sin embargo, asegura, nadie ha hecho los estudios necesarios, o lo que es igual, esos estudios son un secreto guardado con hermetismo.
“¿Dónde está la Manifestación de Impacto Ambiental?”, reclaman los buzos Urbina y Jaber, y también el activista Arturo Islas, entrevistados para la elaboración de este texto.
Ciertamente se trata de un enigma. Los estudios requeridos para tranquilizar las preocupaciones sobre el desastre ambiental que podría significar el tramo 5 del Tren Maya continúan apartados del ojo público, lo cual hace suponer, a estas alturas, que en realidad no existen.
El miércoles 9 de febrero de este año el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), ordenó a la secretaría de Turismo, puntualmente a Fonatur, que volviera accesibles los estudios y manifestaciones de tipo ambiental relacionados con el trazo del Tren Maya.
Han transcurrido, sin embargo, más de setenta días sin que el gobierno federal aporte los documentos exigidos. La negativa hace suponer que son inexistentes. Es decir que, como diría la joven buzo, Camila Jaber –récord mundial por su capacidad para sumergirse 58 metros de profundidad sin necesidad de respirar– el trazo del tramo 5 es obra, no de la ingeniería, sino de la improvisación.
Respalda esta creencia el amparo concedido por el juez de distrito, Adrián Novelo Pérez, quien el pasado martes 19 de abril ordenó la suspensión de las obras del Tren Maya, en el tramo referido anteriormente, ya que no hay evidencia confiable de que la empresa responsable de ejecutarlo, Grupo México, haya realizado un trabajo de planeación, construcción, desarrollo y acondicionamiento acordes con la protección del medio ambiente.
El buzo Urbina recuerda que el suelo de la península de Yucatán, bajo el cual corren los ríos que alimentan ese rosario de cenotes, joya del patrimonio histórico, cultural y medioambiental de la zona, es frágil y vulnerable.
Afirma que la edificación de un tren de carga y pasajeros va a requerir la cancelación de cientos de cenotes, la desviación del cauce de los ríos, la devastación de la fauna y la flora y, peor que todo, la destrucción de un patrimonio magnífico de la humanidad.
“¡Millones de siglos arrasados por la prisa y la ignorancia políticas!,” insiste Pepe Tiburón, uno de los líderes más vocales del movimiento Sélvame del Tren.
El lunes de la semana próxima estos ambientalistas se reunirán con el presidente López Obrador. “No queremos confrontarlo”, advierte Camila Jaber, “sino pedirle que atienda la voz de la Naturaleza”.
“Somos los guardianes de la Naturaleza que, cuando dialoga con los seres humanos, no tiene voz”, reitera Urbina.
El debate entre el mandatario y los colectivos es sencillo: si existen los estudios, que el gobierno los enseñe; si hay una manifestación favorable de impacto ambiental, que se dé a conocer; si hay planeación, diagnóstico y medidas de mitigación, que se compartan con las miles de personas activistas convocadas para defender los cenotes de la cultura maya.
En caso de que tales documentos no existan, el presidente López Obrador debería recular en sus pretensiones a la hora de llevar adelante una obra cuyas consecuencias ambientales podrían ser catastróficas.
Urbina, que lleva 16 años de su vida sumergido en los ríos de la península de Yucatán, suplica al mandatario: “vuelvan al trazo previo, construyan los rieles del tren sobre la carretera asfaltada”.
Ahora que, si tal cosa es cara o tomará más tiempo del programado, pues ni modo. La sobrevivencia de los cenotes no se resolverá con las prisas de la política.
Urbina, Islas y Jaber confían, en entrevistas celebradas por separado, que esta misma preocupación – pero con acentos más graves– recorre a los colectivos cuando se discuten los tramos 6 y 7 del Tren Maya; los que irían de Tulum a Bacalar y de Bacalar a Calakmul.
A diferencia del tramo 5, asignado a la empresa privada Grupo México, los otros dos serían responsabilidad del Ejército Mexicano. No es lo mismo enfrentarse a un privado que hacerlo con las fuerzas armadas. La batalla respecto al tramo 5 es clave: lo que ocurra respecto a este trazo determinará lo que suceda con los otros dos.
Ricardo Raphael
@ricardomraphael